Este martes se ha iniciado en el cementerio de Guadalajara la exhumación de los restos de Timoteo Mendieta, fusilado durante la Guerra Civil. Su hija, Ascensión Mendieta, ha tenido que recorrer un largo camino de juzgado en juzgado para ver cumplido por fin su sueño. Aunque ahora ha sido un juez español el que ha dado el visto bueno a estos trabajos, su hada madrina ha sido la jueza argentina María Servini de Cubría, que instruye la denominada “querella argentina” contra los crímenes de la dictadura franquista.

Ascensión tuvo que cruzar el 'charco' hace dos años para encontrar en Argentina la justicia que en España se le negaba. Cumplió 88 años en el vuelo que la trasladaba a Buenos Aires y ha vivido este tiempo obsesionada por los reveses de la justicia. Ahora, por fin, podrá enterrar a su padre en paz. El pasado mes de noviembre fue entrevistada por Gonzo justo después de saber que se había autorizado la exhumación. Estaba a punto de cumplir los 90 y lo interpretó como el mejor regalo que podría recibir.



La exhumación se está llevando a cabo por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en coordinación con el juzgado de la ciudad alcarreña al que correspondió la petición de la jueza Servini, notificada en marzo de 2013.  Los trámites burocráticos entre el juzgado y el Ayuntamiento, gobernado por el PP, se han prolongado más de dos años. Es la primera exhumación ordenada por un juzgado español de una víctima del franquismo.

En la fosa común no solo se espera encontrar el cuerpo de Timoteo Mendieta. Allí se encuentran enterradas otras 22 víctimas del franquismo, aunque sus familiares, hasta el momento, no han dado señales de vida.

Los trabajos de exhumación, financiados por la ARMH; están dirigidos por arqueólogo de la asociación. Además colaboran tres médicos forenses y numerosos voluntarios entre ellos auxiliares de arqueología, un técnico de seguridad, un psicólogo y un fotógrafo que documentará el trabajo.