Vista de un coche de la Guardia Civil. EFE



La Unión de Guardias Civiles (UniónGC) ha denunciado lo que considera “un linchamiento oficial” contra la agente Vanessa, que el martes pasado se disparó en el estómago en el Cuartel General de Puentedeume, y que permanece estable en la UCI del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC).

Campaña mediatizada
La organización de guardias civiles expresa en un comunicado que se sienten “avergonzados” y muy molestos por la campaña “desinformadora” y “mediatizada dirigida intencionadamente” desde “diferentes escalas de mando en la comandancia de La Coruña” con el supuesto objetivo de “generar el descrédito” su compañera.

Nerviosismo entre los mandos
La intención tras esta maniobra es, según el sindicato de guardias civiles, “la preparación de una defensa” previendo que la agente o sus familiares pudieran presentar una “denuncia” contra mandos entre los que reina “el nerviosismo”. Según ha podido saber ELPLURALCOM, los familiares decidirán tras la recuperación de Vanessa “tomar las acciones legales que consideren oportunas”.

Se han filtrado datos
Unión de Guardias Civiles condena que se filtraran datos personales de la agente, referidos a bajas médicas o a un posible expediente disciplinario, que deben mantenerse –remarca el sindicato- en el ámbito de la privacidad de la agente.

Las informaciones que se han hecho eco de las filtraciones, en opinión de UniónGC, “rozan la ilegalidad en cuanto a su privacidad, rozan lo inmoral en cuanto a la ligereza con la que se emplean y por supuesto carecen de rigor en sí las mismas” ya que no se apoyan en “una base demostrable”.

El sindicato se refiere a informaciones como las publicadas por el diario La Voz de Galicia, en las que se ofrecen datos como que la agente había “estado de baja psicológica prolongada en dos ocasiones y se le había retirado el arma en ambas”, o que tenía abierto un expediente disciplinario.

Posible acoso por la condición sexual de la agente
Las informaciones también se refieren a posibles acosos contra la agente por su condición homosexual. La guardia civil está casada con otra mujer.

La agente, de 35 años de edad, habría denunciado, según las mismas informaciones, en los últimos tiempos a través de su perfil en Facebook un supuesto acoso en su círculo laboral por parte de un cargo superior y “dos horas antes de dispararse un tiro en el estómago, “publicó en su muro dos mensajes en los que apuntaba: ‘Mi capitán ha conseguido lo que quiere / que los que nos gusta nuestro trabajo intente hundirnos por su homofobia [sic]’.