El sistema, según muestra el Sumario de la Operación Púnica, era muy similar al que ya se había visto en el sumario de la Gürtel: el PP se ahorraba gastos de manera indirecta durante las campañas electorales pasando los costos a empresas privadas. En este caso una empresa de encuestas (TNS Investigación de Mercados y Demoscopia S.L.) realizaba sondeos electorales que supuestamente pagaban grandes empresas (FCC, Avintia o Urbaser por ejemplo) bajo la apariencia de estudios socioeconómicos. Después estas empresas se beneficiaban de contratos públicos. Una trama que se ha localizado hasta el momento en siete municipios madrileños, pero que, según indicios, se extendería por muchos otros sitios de España.

David Marjaliza, el 'capo' de la Púnica, aparece directamente implicado en esta derivada de la operación, a través de empresas suyas



El PP, 'dopado' en las elecciones locales entre 2005 y 2015
Lo que ha servido para desvelar este nuevo escándalo de financiación irregular del partido en el Gobierno ha sido tanto la documentación intervenida por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, como la que Víctor Sobrino, director de TNS, tuvo que entregar al juez instructor de la Púnica, Eloy Velasco, aunque se negó a responder a sus preguntas durante el interrogatorio al que fue citado el pasado mes de abril. Esta forma de actuar, que se inició en 2005, según todos los indicios siguió practicándose hasta las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo.

Esta financiación irregular del PP, que le permitían financiar sus encuestas y por lo que acudía 'dopado' económicamente a las campañas, exigía la necesaria cooperación tanto de las empresas que las pagaban, como de TNS. Según fuentes jurídicas implicadas en la investigación la operativa se habría llevado a cabo de tres maneras.

Las tres vías para pagar las encuestas
Por un lado estaban las encuestas financiadas directamente por empresas. En este caso, el comportamiento consistía básicamente en esconder bajo un supuesto estudio sobre, por ejemplo, la limpieza en el municipio, lo que no era sino realmente una encuesta electoral. En este caso, en el sumario se implica a las empresas FCC, AVINTIA, Noxa Consulting, Ortiz Construcciones y Vancouver, Ruta Energética, Inversiones y Estudios Urbanos. Estas tres últimas, por cierto, empresas de David Marjaliza, el principal ‘capo’ de la Púnica junto a Francisco Granados.

El segundo grupo de encuestas eran las encargadas por Ruiz San Juan Consultores y FOCUS, empresas ambas de Rafael Ruiz, dedicadas a realizar informes empresariales. Todo indica que estas empresas funcionaban realmente como intermediarios y comisionistas, con el PP siendo el cliente final. Entre este grupo de trabajos realizados bajo el paraguas de Rafael Ruiz hay algunos que aparecen pagados por empresas muy diversas (Fotocopias Universidad S.A.; la consultora Instituto de Perfiles de Canarias o la empresa medioambiental de ACS, URBASER) y otros, en los que ha resultado directamente imposible localizar a quienes se han hecho cargo de los gastos, en los que aparece como ‘pagadora’ la empresa del propio Rafael Ruiz.

Y por último, hay toda una serie de encuestas que aparecen directamente encargadas y pagadas por diferentes organismos, incluso alguna fundación, de los municipios afectados y de la propia Comunidad Autónoma de Madrid.