Tras la aplicación del Plan Bolonia, la equiparación de los títulos académicos españoles en el marco europeo de cualificaciones (EQF, por sus siglas en ingles) y, por tanto, sus pertinentes convalidaciones aún están en entredicho. Fuentes de la Comisión Europea, según ha publicado Cinco Días, han admitido que la cuestión aún no está resuelta, a pesar de los intentos del Gobierno porque el reconocimiento de títulos y competencias quede clara e incontestable.

En el Real Decreto 22/2015, aprobado el 23 de enero, se establecía que los niveles académicos actuales, es decir, técnico superior, grado, máster y doctor, corresponden a los niveles 5, 6, 7 y 8 del EQF, respectivamente. Basándose en esta medida, el Ministerio de Educación está expidiendo documentos que certifican, para cada título, dicha correspondencia.

Sin embargo, tal y como informa el periódico económico, la Comisión europea (CE) y la Federación de Asociaciones de Ingenieros Industriales (FAIIE) creen que el Real Decreto 22/2015 y los certificados que avala no tienen plena validez en Europa. FAIIE, en ese sentido, ha advertido a través de un comunicado que por ese motivo “los profesionales universitarios españoles pueden continuar siendo cuestionados en concursos a licitaciones de obras o en convocatorias de empleo internacionales”.

Del mismo modo, el presidente de la FAIIE, Luis Manuel Tomas Balibrea, ha afirmado que los certificados de correspondencia que otorga Educación “solo tienen eficacia de este lado de los Pirineos”. La Dirección General de Asuntos Sociales de la CE también lo ha confirmado: “No existe reconocimiento a nivel europeo, si un título español quiere ser reconocido en otro país, tiene que seguir los procedimientos de aquel país”. Mientras tanto, hasta este año Universidades españolas han estado cobrando un importe de unos 30 euros por el hecho de traducir el expediente académico del graduado y el título de las asignaturas, tanto obligatorias como optativas. Han expedido un certificado oficial con el fin de facilitar la inmersión de los recién titulados en otro mercado comunitario, sin la total validez supranacional que otorga la UE .

Para que se proceda a esta convalidación de títulos por parte de otros países soberanos es necesario un informe de correspondencia entre el marco español y el europeo. Informe que el Ministerio de Educación ya debería haber elaborado y, por consiguiente, remitido al comité de expertos de la EQF. El objetivo de este estudio es poder comparar el sistema de cualificaciones del propio país con el de la EQF, con el fin de que cumpla con diez criterios. “El comité de expertos del EQF comprueba que se cumplen dichos criterios, discute el informe y lo aprueba”, han señalado desde Bruselas.

El Ministerio de Educación, por su parte, ha defendido que desde sus despachos salió, hace casi un año, un documento parecido. Sin embargo, desde la Comisión han afirmado que solo se trató de una autocertificación que no establece una equiparación con el EQF, sino con el marco europeo de cualificaciones de la educación superior (EHEA, por sus siglas en inglés). Este marco solo “cubre los títulos de la educación superior, mientras el EQF, todos”, explican las mismas fuentes. No obstante, desde la Dirección de Asuntos Sociales de la CE han destacado que “España ha anunciado que presentará este informe en 2016”. Lo que supone que el Ejecutivo que salga de los comicios convocados para el 20 de diciembre será el heredero de llevar a cabo la participación de España en este proceso de armonización de los distintos sistemas educativos nacionales.