Cuatro de marzo de 2003, vibrante debate en el Congreso de los Diputados a cuenta de Irak en unos días en los que las manifestaciones contra la guerra en ese país recorrían España. El entonces líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero -en una brillante estrategia política- decide llevar al Congreso el debate que estaba en la calle. PSOE e IU presentaron una Proposición no de Ley conjunta y forzaron que el voto fuera secreto. Esto segundo provocó una airada reacción del Partido Popular, pero salió adelante. El PP contraatacó presentado una Proposición no de Ley "relativa a la CRISIS DE IRAK" en la que, por sorpresa y sin estar anunciado, intervino el entonces Vicepresidente Segundo y Ministro de la Presidencia Mariano Rajoy Brey. Tony Blair acaba de pedir perdón por esa guerra basada en mentiras y de consecuencias catastróficas. Ya sabemos que Aznar jamás se disculpará pero ¿Lo hará Rajoy?

 "¿Dice usted que Sadam Hussein no es un peligro para la Humanidad?"
Mariano Rajoy no solo votó a favor de la Guerra de Irak como todos y cada uno de los 183 diputados del Grupo Popular, sino que tuvo un papel muy destacado. Más que nadie. Le primera intervención correspondió a Gustavo de Arístegui, portavoz del PP en la comisión de Exteriores, y por el PSOE intervino Jesús Caldera. Sin embargo después de la intervención de Arístegui pidió la palabra, para sorpresa de la oposición, el entonces Vicepresidente Segundo, Mariano Rajoy. Fue el encargado de defender la postura de España, reino Unido y estados Unidos ante la "crisis" de Irak y de fajarse con los portavoces de la oposición. En sus largas intervenciones destacan muchas perlas, pero en una dúplica intentando desacreditar a Caldera, Rajoy espetó: "Qué dice usted ¿que Sadam Hussein no tiene armas de destrucción masiva, dice usted que Sadam Hussein no es un peligro para la Humanidad?". Según Rajoy la "iniciativa copatrocinada por España, Reino Unido y estados Unidos" tenía como fin "alcanzar el objetivo compartido por toda la comunidad internacional: el desarme  real de Irak". Porque según Rajoy estaba demostrado que Irak tenía armas biológicas (llegó a citar el ántrax), misiles nucleares y armas químicas. Nada de ese arsenal se encontró cuando las tropas aliadas invadieron Irak.

Portada de ABC del 5 de marzo de 2003 con la intervención sorpresa de Mariano Rajoy durante el Pleno en el que se debatió la Guerra de Irak



Se esperaba a Rato
, a reprocharle que no fuera él quien interviniera y a exigirle explicaciones. Zapatero había manifestado su oposición a la guerra aunque tuviera el visto bueno de Naciones Unidas, algo que le reprochó Rajoy desde la tribuna del Congreso y a lo que respondieron los diputados socialistas coreando el "No a la guerra". Caldera le replicó con sorna utilizando a Rodrigo Rato, porque por aquel entonces en el PP se estaba en pleno debate sucesorio y todo el mundo daba por hecho que sería Rodrigo Rato el sucesor de Aznar, tras la primera intervención de Rajoy, Jesús Caldera atacó por ese flanco: "lo lamento señor Rato por usted. ¡Asombroso! esperábamos que la intervención de hoy la hiciera el señor Rato". Poco después se filtraría que Rodrigo Rato era el único del Gobierno que había discrepado de Aznar sobre la guerra de Irak.

para acceder al Boletín Oficial del Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados del 4 de marzo de 2003 ( la intervención de Rajoy está a partir de la página 28)

para leer la intervención de Mariano Rajoy

¿El Prestige y la guerra de Irak hicieron a Rajoy sucesor?
Visto con perspectiva, Rajoy dio la cara en los dos temas más peliagudos que vivió el Gobierno de Aznar: el Prestige y la guerra de Irak. La intervención de Rajoy en el Congreso sobre la guerra fue tan 'aznarista' que, por si sola, justifica que Aznar le designara sucesor frente a Rodrigo Rato, que había manifestado sus dudas.

Rajoy dijo en aquel debate cosas como que "la actividad de los equipos de inspección no garantiza por sí sola el objetivo del desarme" de Irak. El problema era que los inspectores de Naciones Unidas no encontraban las armas de destrucción masiva porque, tal y como ha reconocido Tony Blair, sencillamente no existían.

"La vigencia y la credibilidad de las resoluciones del Consejo de Seguridad se verían gravemente dañadas si dirigentes irresponsables, poseedores de armas de destrucción masiva y con conexiones con el terrorismo, pudieran desafiar de forma impune los mandatos de la comunidad de naciones, convirtiéndose en una amenaza para la paz".
La credibilidad de Naciones Unidas quedó gravemente dañada precisamente por una resolución impuesta por Estados Unidos basada en mentiras.