Nada más y nada menos que 78 delegaciones del Partido Popular Europeo (PPE) se han dado cita en Madrid para arropar a Mariano Rajoy en el inicio de su campaña electoral. Casi todos los que mandan en Europa -dado que la mayoría de gobiernos son conservadores- han querido arropar a los populares españoles ante una campaña electoral de resultados inciertos. Desde la todopoderosa Merkel al xenófobo primer ministro húngaro Viktor Orbán cuyo trato a los refugiados sirios a abochornado a toda Europa, incluidos otros primeros ministros conservadores. Y por si faltaba alguna estrella, también están los resucitados Nicolás Sarkozy y Silvio Berlusconi. Todo un 'bunga-bunga' neoliberal.
Los autores intelectuales de los recortes
Hasta 14 jefes de estado y de Gobierno así como 11 comisarios europeos han acudido al cónclave de Madrid, como el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, o el presidente de la Comisión, Donald Tusk, pero es sobre todo la poderosa figura de Ángela Merkel la que planea sobre todo el Partido Popular Europeo. Ella y su política para salvar el euro: imponer una durísima agenda de recortes sociales a los países rescatados, especialmente al Sur de Europa. Ha sido Alemania la que ha impuesto las condiciones de los rescates en Grecia, Portugal e Irlanda y del rescate financiero a España, por tanto esta es la cumbre de los recortes de políticas sociales.
Pedro Passos Coelho, primer ministro portugués en funciones, se ha caído de la cita a última hora ante la más que probable coalición de izquierdas que le sacará del poder. Y eso después de algunos titulares en la prensa conservadora española que titularon su victoria electoral como la primera de un gobernante que había aplicado durísimos recortes. Coelho ganó las elecciones, pero ni siquiera un pacto con el equivalente al Ciudadanos español le da la mayoría absoluta.
Orbán el xenófobo
No es un calificativo exagerado, Viktor Orbán ha hecho gala de su xenofobia. El trato denigrante a los refugiados sirios por parte del gobierno húngaro, con agresiones físicas por parte de la policía, con hacinamientos, sin campamentos dignos y tirándoles comida como si fueran animales son imágenes que han dado la vuelta al mundo. Han abochornado a Europa y serían merecedoras de sanciones según los propios reglamentos europeos, pero en la Unión Europea mandan los conservadores y excepto el Gobierno francés ninguno se atrevió a reprochar al húngaro su vergonzante actitud. No es la primera vez que Bruselas se sonroja por las políticas de Orbán, dado que sus reformas legislativas han cuestionado que se respeten principios fundamentales como el de libertad de prensa. Orbán está en Madrid invitado por Rajoy y el presidente español sabrá de qué tiene que presumir el primer ministro húngaro.
Berlusconi y Sarkozy frente a acusaciones de corrupción
Para rematar en Madrid 'resucitan' políticamente el ex presidente francés Nicolás Sarkozy y el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi. Ambos tienen varias cosas en común, la primera es que ambos se enfrentan en los tribunales a causas por corrupción, en el caso de Sarkozy por presunta financiación ilegal de su partido aunque eso no le impide volver a presentarse como candidato para las próximas elecciones francesas. Berlusconi se enfrenta a numerosos procesos judiciales relacionados con sus empresas y las sospechas de corrupción siempre le han rodeado. Sobre cómo torear a los tribunales en casos de corrupción, Rajoy, Sarkozy y Berlusconi sí pueden intercambiar impresiones.
Contra gitanos, homosexuales y machismo
El italiano y el francés tiene otra cosa en común, sus políticas anti inmigrantes como forma de sacar votos de la extrema derecha. Tanto Berlusconi como Sarkozy se emplearon a fondo contra los gitanos, con expulsiones masivas y desmantelamientos de campamentos que llegaron a provocar una crisis a nivel europea. Sarkozy y Berlusconi relacionaran directamente a los gitanos con la delincuencia y realizaron deportaciones vulnerando la declaración de Derechos Humanos.
Si hablamos de derechos de los homosexuales se podría batir el récord. En Hungría y varios países del este europeo no es que no se les reconozcan derechos, es que se les persigue, apalea y hasta se les mete en la cárcel. Sarkozy encabezó la manifestación contra la aprobación del matrimonio gay en Francia y Berlusconi tiene auténticas 'perlas' verbales sobre el tema, como por ejemplo cuando se defendió del escándalo de prostitución con el 'caso Ruby' diciendo que "mejor ser apasionado de las mujeres guapas que ser homosexual"; o cuando afirmó en un mitin que mientras él gobernara "nunca" habría matrimonio gay en Italia. Por no hablar de sus manifestaciones machistas. Todo un 'bunga-bunga' ideológico.
