Tras los registros y detenciones realizados este miércoles en distintas sedes de Convergencia, el presidente en funciones de la Generalitat ha comparecido ante los medios más crecido que nunca desafiado a fiscales y fuerzas de seguridad asegurando que su partido está siendo "objeto de caza mayor" y desafiando a que encuentren algo en las adjudicaciones de la Generalitat.

 

La actitud altiva de Artur Mas ha levantado rápidamente las críticas del resto de partidos. Desde el Gobierno central el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha pedido a Mas respeto a la independencia judicial asegurando que hace "un flaco favor a la democracia" al dudar de ella. "Que un Tribunal mande actuaciones y ordene la detención de alguna persona es garantía de que el Estado de Derecho funciona" porque esta no responde "en absoluto" a "condicionantes", ha afirmado.

Esta opinión ha sido compartida por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el cual ha considerado también como "un insulto y una ofensa a la Justicia" cualquier" intencionalidad política" que pueda verse en la operación judicial realizada en la sede de CDC.

Desde el Partido Popular han aprovechado la politización que ha hecho Artur Mas de las actuaciones judiciales para asegurar, según Pablo Casado, que "ha quedado claro que en Cataluña no era España quien robaba, sino el nacionalismo" y ha considerado que debe "inventar menos confabulaciones" y explicar qué pasaba "con esas supuestas mordidas que exigían a empresas".

Desde Cataluña, el portavoz del PPC en el Parlament, Enric Millo, ha pedido hoy al presidente de la Generalitat en funciones que "no tire pelotas fuera dé explicaciones y aclare si todo esto que pasa en la sede de su partido tiene que ver en su responsabilidad como presidente del mismo o no".

El PSOE exige menos victimismo
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también ha criticado duramente el "discurso victimista" del presidente de la Generalitat catalana y le ha exigido que "dé la cara" sobre la corrupción en su partido, más "explicaciones y no acusaciones".

Aliado, en parte
Tras tantos ataques, a Artur Mas le ha salido un aliado en su argumentario, aunque solo en parte. El diputado electo de la CUP, Alberto Boltran, ha considerado que "es evidente que hay intencionalidad política en cuanto a los tiempos de los registros y detenciones. Es evidente que la hay en el momento en que se filtra antes del registro determinados medios para que haya imágenes. Pero esto no quita que detrás haya una denuncia con fundamentos bastantes verosímiles", ha dicho.

Pero también el político de la CUP, de la cual Mas necesita el apoyo para volver a ser President, ha asegurado que "la guerra sucia no puede tapar la corrupción ni la corrupción la guerra sucia", es decir, que no lo apoyarán en el debate de investidura ya que la corrupción que arrastra Artur Mas en su partido "puede perjudicar al proceso independentista".