El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, no ha perdido la oportunidad de criticar a Ciudadanos por su propuesta de copago en Sanidad y Educación. “Inaceptable”, ha dicho Alonso, porque habría una “sanidad para pública para los ricos y otras para los pobres”. “Una para las clases medias y otra mejor para los que tengan dinero para pagarla" añadía.

Según el titular de Sanidad su antecesora en el cargo, Ana Mato, nunca intentó introducir “nada de eso” y lo único que hizo fue “reformar el copago farmacéutico para que fuera más justo”.

Parece olvidar Alfonso Alonso que el gobierno del PP aumentó el copago farmacéutico para todos los españoles ,incluidos los pensionistas, o que Mato pretendía aplicar el copago al servicio de ambulancias, las prótesis o los productos dietoterápicos que consumen los enfermos con trastornos metabólicos o que él mismo dio marcha atrás y dejó sin efecto el copago hospitalario aprobado durante el mandato de su antecesora  y por el que se pretendía cobrar a los enfermos que recogían su medicación en los hospitales.

O que, en abril de 2012, en una entrevista en la Cadena SER, el ministro de Economía, Luis de Guindos, apostaba por un pago progresivo en Sanidad y añadía “el copago no es la panacea, pero tenemos que abrir un debate sobre si hay que proveer todos los servicios sanitarios gratuitamente a un señor que gane más de 100.000 euros”.