En 1995 nacía Lleida.net, una empresa que si fuera creada hoy cumpliría con todos los parámetros necesarios para ser considerada una startup, es decir, emprendimiento de base tecnológica creada con un capital mínimo. Sin embargo, hace 20 años, el término startup era inexistente y la tecnología, tal y como hoy la conocemos, desde un punto de vista empresarial poco o nada tiene que ver con el fenómeno actual. Ni siquiera su objeto de negocio inicial es el mismo.

Después de dos décadas, Lleida.net se ha convertido en referencia nacional e internacional en materia de comunicaciones certificadas y telecomunicaciones, marcándose como fin aportar “seguridad, confianza, eficacia y rentabilidad a las comunicaciones electrónicas de empresas, administraciones públicas y particulares”. Uno de sus últimos productos es el Burofax electrónico, un servicio que en realidad presta desde hace tiempo pero al que acaban de designar de esta manera para que el usuario tenga una información real del mismo.

Salida a bolsa
La compañía, primera Operadora Certificadora, salta mañana viernes al Mercado Alternativo Bursátil (MAB), enmarcada en el segmento de Empresas en Expansión, con un precio de salida fijado en 1,18 euros por acción. Cabe recordar que en septiembre completó una ampliación de capital por importe de 5 millones de euros colocada por Beka Finance y GVC Gaesco Valores.

Según explican desde su área de Comunicación, “los recursos captados serán utilizados para acelerar el lanzamiento internacional de las delegaciones abiertas, la inversión en I+D para el desarrollo de nuevos productos y la capacidad financiera para adquirir otras empresas que aporten sinergias”.

No al cambio de nombre
En estos tiempos de boom tecnológico y 'modernidad desbordante', es habitual el uso de anglicismos en las denominaciones de empresas. Curiosamente Lleida.net sigue llamándose como cuando se fundó aunque, como reconoce Sisco Sapena, fundador y CEO, “nos han pedido un cambio de nombre cada uno de los inversores que han llegado”. En su opinión, en contra de lo que pueda parecer, el no haberlo modificado y utilizar el nombre de la ciudad donde se encuentra la central, “nos ha generado más ventajas que desventajas”.

Evolución natural
Lleida.net se ha especializado en estos años en la certificación digital – en 2008 se convirtió en la primera operadora certificadora- para lo cual dispone, entre otros servicios, de la plataforma de Burofax a través de la que pueden enviar sms y emails certificados, similar al conocido de Correos, pero digital y dotado de toda la legalidad.

Esta salida a bolsa, como indica Sapena es el “principio de un nuevo camino”, no en vano es uno de los grandes objetivos “a los que puede aspirar cualquier Pyme española”. A su juicio, “somos una tecnológica con 20 años y estamos satisfechos porque es una evolución natural. Es un camino que tienen que seguir muchas otras empresas" del sector.


Gestión profesional
Un salto de este calibre también influye en un pyme como Lleida.net desde el punto de vista estructural. Ser una sociedad cotizada, a juicio de Sapena, impone unos requisitos inexcusables, por ejemplo, “en materia de transparencia, aunque en esto ya estamos acostumbrados por tener en nuestro accionariado a un fondo de capital riesgo”. Asimismo, también “avanzamos en profesionalización total de la propia gestión”.

Tras un primer intento en 2011 que “no conseguimos porque éramos aún muy pequeños”, mañana viernes Lleida.net formará parte del grupo del MAB.