La presencia de Soraya Sáenz de Santamaría en El Hormiguero se ha saldado con un momento de apuro, cuando ha sido preguntada por si prefería regalar en las bodas con transferencias o "con sobres". La vicepresidenta salió evitando mentar los sobres -palabra maldita ahora en su partido- y sonriendo ampliamente habló de que su Gobierno evita las comisiones bancarias. Pero la entrevista ha sido de guante blanco y amable como corresponde al formato habitual del programa y la vicepresidenta se ha desenvuelto sin problemas.

Las críticas las ha encontrado en las redes, primero por la hipocresía que supone que el PP cuestionara a Pedro Sánchez por acudir a ese mismo programa, y luego porque se ha marcado un baile con coreografía pautada y varias veces anunciado, cuando también su formación ataco al socialista Iceta por marcarse pasos espontáneos en los mítines de la campaña catalana. De hecho la vicepresidenta se ha esforzado por ofrecer también un perfil "bailongo" de Mariano Rajoy aficionado a la música de los 80.