Teresa Romero y el exconsejero de Sanidad Javier Rodríguez



El juez de instrucción número 42 de Plaza de Castilla, Juan José Escalonilla, ha archivado la demanda por injurias presentada por la enfermera Teresa Romero contra el ex consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, quien declaró sobre la enfermera contagiada de ébola , entre otras lindezas, que "para explicarle a alguien cómo quitarse o ponerse un traje no hace falta un máster, pero unos tienen mayor capacidad de aprendizaje que otros". El consejero fue destituido a causa de la polémica y de momento se libra de sanciones jurídicas, dado que el abogado de la enfermera recurrirá la sentencia.

"Totalmente inapropiadas"
En su auto el juez considera las declaraciones del ex consejero del PP como "totalmente inapropiadas y desconsideradas", pero no ve delito. En otoño de 2014 Teresa Romero, una de las enfermeras que atendía a los misioneros españoles contagiados de ébola, se convirtió en la primera persona que se contagiaba en Europa de esta enfermedad. Los profesionales médicos habían denunciado improvisación pro parte de las autoridades políticas para hacer frente a la crisis del ébola, pero lo que indignó a la opinión pública fueron las declaraciones del político del PP, quien mientras Teresa Romero se encontraba al borde de la muerte no solo cuestionó la capacidad de la enfermera, sino que llegó a acusarla de mentir sobre el seguimiento de los protocolos de seguridad. Concretamente Javier Fernández declaró a los medios que "A raíz de los resultados nos pudo haber estado mintiendo, pero eso lo pongo yo de mi cosecha." También sentenció que "si yo lo hubiese hecho mal, a lo mejor esta mujer no estaría hablando".

Vejaciones públicas
Teresa Romero  y su abogado consideran que dichas declaraciones públicas del máximo responsable político de la sanidad madrileña fueron "vejaciones públicas", por lo que presentó la demanda y solicitó una indemnización de 150.000 euros, al considerar que se había menoscabado su capacidad profesional e incluso su honorabilidad. Sin embargo el juez considera que el consejero no injurió porque " no faltó a la verdad o en todo caso no hizo desprecio temerario de la verdad". Sus declaraciones según el magistrado fuer inapropiadas, desconsideradas y desafortunadas, pero no ve delito de injurias.