El Grupo popular ha librado al exministro de Educación, Cultura y Deportes José Ignacio Wert de tener que explicar en el Congreso su nombramiento como embajador ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en París, un regalo del Gobierno para permitirle estar junto a su mujer, Montserrat Gomendio, exsecretaria de Estado de Educación, nombrada directora general adjunta de Educación en la OCDE,.

La argucia
El PP se ha valido de una argucia reglamentaria y de su mayoría absoluta para posponer la comparecencia del exministro, a la que había accedido ante la exigencia de la oposición, hasta después de que comparezcan todos los demás embajadores, que lo harán por orden de antigüedad, según adelanta El País. Teniendo en cuenta los escasos dos meses que quedan de legislatura, Wert no tendrá ocasión de explicar su fichaje en la Cámara.

¿No es ningún chollo?
El pasado 27 de agosto, la diputada Beatriz Rodríguez-Salmones anunció en la Diputación Permanente que se accedía a la comparecencia de Wert, no sin antes intentar allanarle el camino al afirmar que el puesto de embajador ante la OCDE “no es ningún chollo” y que lo que le esperaba al exministro era lo que a su predecesor en el cargo: “matarse trabajando”.

En realidad, Rajoy premió a su ministro peor valorado con un puesto que trae aparejado un sueldo de casi 10.000 euros al mes y una residencia en una zona exclusiva de París que le cuesta al Estado 11.000 euros mensuales de alquiler. Una vivienda de 500 metros cuadrados, en el número 22 de la Avenue Marceau, donde el metro cuadrado ronda los 20.000 euros, cercano del Arco del Triunfo y los Campos Eliseos.

La residencia, situada en una planta de un palacete, cuenta con varios salones, comedor y varios dormitorios. Además de los gastos del alquiler hay que sumar los del servicio y el chófer asignado al embajador.