Si bien el crecimiento de la economía española se espera que ascienda al 3.1% en 2015 y al 2.5% en 2016, significativamente por encima de la media de la eurozona, la euforia de la que presume Mariano Rajoy está basada en arenas movedizas. Así lo asegura el Fondo Monetario Internacional en su último informe sobre España en el que señala que, ya a partir del año que viene el crecimiento de nuestra economía será cada vez más, hasta reducirse al 1.8% en 2020.

Y la primera y principal consecuencia de esta reducción de la economía española a medio plazo será que la creación de empleo también se frenará drásticamente reduciéndose la tasa de paro. Según también los cálculos del FMI, solo bajará del 16% (15.8%) dentro de cinco años.

Problemas estructurales
Las razones que da el organismo internacional para el frenazo a la economía española son los graves “problemas estructurales” que aún existen en la economía de España y “que limitan el potencial de crecimiento de España de cara al futuro”.

Dentro de estos problemas, el FMI destaca “el elevado desempleo estructural y la persistente dualidad del mercado laboral, así como la falta de economías de escala de las numerosas empresas pequeñas” lo que frena “el crecimiento a mediano plazo”.

Del mismo modo, el Fondo señala otro grave problema de España que es la deuda. Para el FMI “los niveles de endeudamiento público y privado continúan siendo altos y probablemente seguirán afectando al consumo y la inversión”, especialmente en el plano externo ya que “España mantiene una elevada posición de inversión internacional neta negativa, lo que aumenta sus vulnerabilidades externas”.

Más reformas
Como viene siendo normal en los informes del Fondo Monetario Internacional, la solución que se da para este frenazo a medio plazo es la p0etición de más reformas. En concreto el FMI recomienda “alinear los salarios con la productividad y las condiciones económicas a nivel de las empresas, reducir la dualidad del mercado laboral y mejorar la formación de los parados de larga duración.

También insiste en dar otra revisión a la reforma laboral, la ley de liberalización de servicios profesionales, así como mecanismos más ágiles para que las empresas superen las insolvencias.

Nada de ‘experimentos’ políticos
Además de pedir más reformas, el FMI se muestra especialmente preocupado por la situación política en España, mirando claramente hacia las próximas elecciones generales y señalando que “un riesgo clave es una reversión de las reformas ya implementadas, lo que generaría incertidumbre y podría frenar la recuperación, sobre todo si el entorno exterior se deteriora drásticamente”.