Es cierto que la entrevista del pasado domingo en ABC al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, era poco sutil: "El presidente gallego calienta en la banda del PP desde hace años. "¿Cuánto llevamos con esto?", pregunta a la periodista cuando le aborda sobre si es o no el recambio de Mariano Rajoy", se iniciaba el texto del diario.

Prohibido el ruido sobre el tema sucesorio
Pero también es verdad que la reacción de Moncloa no fue mucho más delicada. En concreto, una llamada "de quien puede hacerlo", nos dicen fuentes de Moncloa, al diario ABC para abroncarles por hacer y dar una entrevista en lugar destacado y con despliegue a uno de quienes siempre suena como 'delfín', en la que vieron intención de meter 'ruido' sobre el tema sucesorio. La gran bicha para Mariano Rajoy y su nuevo vicario máximo en el PP,  Jorge Moragas.

El nuevo Mariano Rajoy 'en permanente campaña'..., que no oculta el 'rancio Rajoy' de siempre, para desesperación de los propios 'populares'. Foto EFE



La llamada, y la entrevista, son una señal inequívoca de lo que se está viviendo en las filas 'populares': nervios. Y muchos. Una fuente de uno de los poderes regionales del PP reconocía a ELPLURAL.COM que "ya incluso los marianistas entienden que la figura de Rajoy es un lastre.., no sólo porque su imagen al aparecer junto a la de Sánchez, Rivera o Iglesias habla de 'otro tiempo', sino porque más allá de su edad, él mismo, tan envarado, tan mal comunicador, con esas corbatas y esos trajes.., muestra una imagen caduca".

Algo que aún chirría más ahora, cuando urgido por la situación que muestran las encuestas, Rajoy ha tenido que salir de la cueva y ya incluso, como hizo este jueves, protagonizar un gesto tan poco de él como acercarse a la gente y acudir a un centro de inserción laboral para 'completar' con imagen los 'buenos datos' (o eso vende el Gobierno) de la Encuesta de Población Activa. En esas ocasiones, las fotos y las imágenes de televisión lo demuestran, se ve cómo cruje la 'naturalidad' de Rajoy frente a los líderes jóvenes del resto de fuerzas políticas.

El 'vicerey Moragas' lo controla todo
La preocupación por controlar el asunto sucesorio se ha reflejado en el poder casi omnímodo que ha entregado el presidente a su jefe de gabinete. Que ahora lo es también de campaña y, lo aseguran en Génova y en Moncloa, verdadero secretario general de facto del partido, con Cospedal más que arrinconada, enterrada. "Se está viendo con todos -nos dicen-, y ya no sólo para hablar de la campaña, que aún no ha empezado, sino lo más importante, para organizar los congresos territoriales que seguirán a las elecciones y donde realmente se juega Rajoy su futuro".

Un futuro que va a ser mucho más complicado que el que ha vivido esta legislatura, protegido por su mayoría absolutísima en el Congreso y reforzada por el control de casi todas las Comunidades Autónomas y los grandes ayuntamientos. Y complicado porque, como apuntamos, incluso una victoria, que todo apunta será en minoría, y una minoría que podría quedar en torno a los 130 diputados o algo menos, va a abrirle el partido por dentro con los 'enanos creciendo'.

Malos tiempos para ser candidata
Y en ese futuro, por cierto, no sólo molesta Feijóo.., sino que también ha sido 'recolocada', como resulta evidente, Soraya Sáenz de Santamaría, que había empezado a buscar tener 'poderes territoriales' dentro del PP. Ella había sido la impulsora del fallido desembarco de Bonilla en Andalucía. Ella había sido la gran valedora de Cristina Cifuentes en Madrid... Ella tuvo que desmentir que haya deseos sucesorios hace diez días en una televisión: "No, no quiero ser presidenta...".

Y es que sobre el tema sucesorio en Moncloa no se admiten bromas... Si no, que se lo pregunten al, como Feijóo y el propio Rajoy, gallego Bieito Rubido.