Que sí, pero no. Bien podría ser así el titular de la noticia. Que sí, porque el Apple Watch ha vendido mucho en los apenas tres meses que lleva en el mercado, pero no porque no logra remontar en las últimas semanas. Es curioso como se pueden extraer conclusiones más que interesantes de lo que piensa la gente -también los periodistas lo hacemos aunque digamos que no-, acerca de este o aquel producto de esta o aquella marca.


En el mundo, la legión de applemaníacos es millonaria, tanto desde el punto de vista cuantitativo, como cualitativo (es decir, con pasta). Por ahora, sus contrarios, fundamentalmente los poseedores de smartphones Android, es mil millonaria, aunque en este caso hablamos sobre todo de cantidad porque siempre se dice que los del sistema operativo del robot se convertirían si tuvieran dinero para hacerse adictos a la manzana mordida ¡Y solo hablamos de teléfonos móviles! Esta es otra historia que no viene al caso; además, allá cada cual con sus frustraciones.

Datos y más datos
¿A qué viene todo esto? Hace unos días la consultora de mercadotecnia Slice Intelligence hizo públicos los datos de venta de los nuevos relojes inteligentes de Apple. Antes, habíamos sabido a través de la misma compañía que hasta mediados de junio pasado la multinacional americana había vendido 2,8 millones de unidades.

Aunque muchos seamos de la EGB y si nos dicen que ahora mismo, un mes después, las ventas están en torno a los 3 millones de relojes, entonces (porque somos muy listos) somos capaces de concluir a bote pronto que la cosa no pinta tan bien como al principio.

Cuestión de contrastar
Dicen quienes han hecho esos números que los de Cupertino han pasado de vender 200.000 Apple Watch cada día a tan 'solo' 20.000 o 10.000 en el último mes. Sin duda estamos ante un descenso de ventas aunque de ahí a afirmar, como han hecho algunos, que los sucesores de Jobs tienen un problema...

Pero la cosa no se queda en estos datos. En esto del periodismo tecnológico, geek o como quiera el dios de la informática que se le llame, también hay seguidores de una marca, es decir, como en el caso del periodismo deportivo, del corazón o político, de ahí que sea necesario tomar los datos de Slice con cuidado.

En primer lugar porque se refieren solo a EEUU, y a pesar de que es el país de Apple, los últimos datos que arrojó China en el último informe pueden sobre consumo de productos de la manzana, pueden sorprender a más de uno. Además, según revelan en applesfera.com, la consultora tampoco ha tenido en cuenta que desde hace poco más de 15 días se distribuye ya en una docena de países más (entre ellos el nuestro), a lo que habría que añadir que solo tiene en cuenta las cifras de ventas a través de Internet, cuando el reloj inteligente puede ser adquirido en las Apple Stores.

Y para qué sirve
Afirmar que la empresa americana tiene un problema con el Apple Watch quizá sea demasiado precipitado, por no decir que es una exageración en toda regla. Esperar al primer semestre o a las cifras del primer año en el mercado es lo conveniente para poder extraer conclusiones más realistas.

La utilidad del reloj inteligente de la primera marca del planeta es otra cuestión, por más que aquellos que defienden la manzana como si fuera de su familia inventen argumentos relacionados con su operatividad, versatilidad, calidad y más adjetivos que atribuyen a los iPhone y que por ese amor a los colores propio del fútbol extienden a los Apple Watch, aunque no hayan probado uno.

Al final, la utilidad real de este tipo de gadgets la medirá el tiempo y las diferentes evoluciones que haga la marca. A día de hoy, queda limitada a funciones verdaderamente poco relevantes. Eso sí, para poder disfrutar de estos wearables hay que preparar la cartera... y en el caso de Apple un poco (o mucho) más.