Ayer el sindicato mayoritario en prisiones, ACAIP, denunciaba "el flagrante trato de favor" que la reclusa Isabel Pantoja recibe en la prisión de Alcalá de Guadaíra donde cumple condena. Parece ser que la popular tonadillera no es una presa más en el centro penitenciario sino que goza de determinados privilegios de los que no dispone el resto de la población reclusa de la prisión sevillana.

"Así manda Isabel Pantoja en la cárcel"
Fuentes provenientes del propio centro penitenciario están denunciando, por escrito incluso, que existen modos, actitudes y hechos que hacen que Pantoja reciba privilegios por parte de la Dirección del centro. De todo ello se ha hecho eco el diario El Mundo que denuncia en su edición de hoy en una información titulada "Así manda Isabel Pantoja en la cárcel de Alcalá de Guadaíra", que la cantante no sigue las normas que rigen para el resto de reclusas. Añade además que mantiene una "relación extremadamente cordial con la directora del centro".

Caña de lomo y desayunos con la directora
Esta situación se remonta incluso al momento en que Isabel Pantoja ingresó en esta prisión. Cuando ingresó en noviembre pasado en el centro penitenciario se la trató como a la cliente VIP que llega a un hotel. Se le enseñó toda la cárcel en una visita como turística. También se informa que le fue gestionado el permiso en cinco días cuando, salvo en caso de muerte de un familiar, este trámite dura al menos dos semanas o más. No es de extrañar por tanto que la reclusa de oro se despidiera en su primer permiso, lanzando besos a la directora. Todo se entiende al saber que miembros de la dirección le proporcionan ricos embutidos y se lo llevan a su celda, como caña de lomo. Se denuncia también que desayuna con la directora y el subdirector del centro.

Posibles altercados entre internas
Esta situación de agravio comparativo podría desembocar en altercados según los funcionarios. Como consecuencia de este estado de privilegio, la relación de la tonadillera con el resto de presas es mala. Por ello se advierte de que puede que la situación tensa se agrave y recuerdan que "esto es una cárcel, hay agresiones, hace año y medio le dieron una paliza a la jefa de servicio. Estamos jugando con fuego". Como consecuencia de ello y en prevención de posibles altercados, Isabel Pantoja no sale al patio con lo hacen el resto de sus compañeras de cárcel.

Se va a "fumarse un cigarro"
Una anécdota que evidencia este continuado trato de favor es la que el 6 de mayo pasado, Pantoja decidió que quería fumarse un cigarro para lo que se le permitió salir del módulo en el que se hallaba y volver al suyo. Este hecho se considera sumamente grave en el reglamento de prisiones y provocó un nuevo parte más de los funcionarios.

Se encara con los funcionarios que le exigen cumplir las normas
EL MUNDO concluye denunciando que este trato de favor permite a la folclórica encararse con los funcionarios que aplican las normas que rigen para las demás presas. Subraya el rotativo que no obedece e incluso llega a gritarles. Una situación de dejadez de las normas casi de república bananera.