Indra, la gran multinacional española de tecnologías de la información, tiene a punto un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que podría afectar a 1.500 empleados en España, lo que equivale a un 7% de su plantilla española y un 3,8% de la plantilla total, que asciende a unos 39.100 repartidos por diversos países. Desde el pasado mes de enero el presidente de Indra es Fernando Abril-Martorell, quien salió del Grupo Prisa para presidir la tecnológica,  un nombramiento controvertido dado que en el mundo financiero se tiene la certeza de que  fue el Gobierno el que forzó la salida de Javier Monzón, quien durante 22 años presidió la compañía y la convirtió en multinacional. El Estado, con el 20%, es el principal accionista de Indra y el Ministerio de Defensa quien opera directamente con ella, por lo que se atribuye al ministro Pedro Morenés la defenestración de Monzón.

Plan estratégico
Tras la llegada de Abril-Martorell a la presidencia de Indra se impulsó el diseño de un plan estratégico para relanzar la compañía y elevar su rentabilidad, que ha caído casi a la mitad durante la crisis. Según informa 'Expansión' dicho plan estratégico se presentará a inversores el próximo mes de julio, y dentro del mismo se incluye el ERE que casi en su totalidad afectará a la plantilla madrileña, porque es en Madrid donde se concentran la mayor parte de los trabajadores de la filial española.

Pérdidas en 2014
Por primera vez en décadas Indra cerró 2014 en pérdidas, concretamente con 92 millones de euros de pérdidas frente a los 116 millones de euros de beneficios de 2013. Fue el argumento perfecto para que el Gobierno de Rajoy cortara la cabeza de Monzón. Sin embargo el primer trimestre de 2015 no ha ido precisamente bien, al cerrar con unas pérdidas de 20 millones de euros frente a los 31 millones de beneficios del mismo período en 2014. La compañía ha tomado numerosas medidas ante la difícil situación financiara, así por ejemplo el pasado mes de mayo decidió no repartir el dividendo correspondiente al año 2014, se bajaron las millonarias retribuciones de los consejeros un 20% y se redujo el equipo directivo.