Enrique López y Trillo se saludan.



Buenas noticias para el Partido Popular: dos de los tres jueces que juzgarán el caso Gürtel fueron nombrados por ellos como vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). No sólo eso, porque los lazos no terminan ahí. Uno de ellos, y quien será ponente de la sentencia, es Enrique López, a quien el PP intentó colocar durante años en el Tribunal Constitucional -pese a que la ley se lo impedía- y quien finalmente consiguió su propósito de ser magistrado del máximo tribunal español, aunque tuvo que dimitir en menos de un año por ser pillado conduciendo borracho. La otra magistrada es Concepción Espejel, con quien María Dolores de Cospedal tiene una estrecha relación: además de referirse a ella como Concha, la secretaria general del PP le impuso en 2014 la mayor condecoración judicial.

La composición del tribunal que juzgará los hechos relativos a la "primera época" de la trama Gürtel, desde 1999 a 2005, se ha conocido hoy al llegar a la Sala de lo Penal la causa, que por su numeración ha correspondido juzgar al tribunal compuesto por Espejel, López (que será el ponente de la sentencia) y Julio de Diego, según han informado fuentes jurídicas. Aún no hay fecha para el juicio que en todo caso no será antes de que finalice 2016, ya que la sección segunda tiene ya juicios señalados hasta enero y febrero de ese año y, antes que Gürtel, debe señalar otras ocho causa, tres causas de ella con preso, que por tanto tienen prioridad sobre el resto.

Dimisión por embriaguez
El ponente de la sentencia será Enrique López, quien regresó a la Audiencia Nacional en septiembre de 2014 después de dimitir en junio de su cargo de magistrado del Tribunal Constitucional tras ser imputado por un delito contra la seguridad del tráfico por conducir bebido por la Castellana de Madrid. López había llegado un año antes al TC a propuesta del PP procedente de la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, a donde recaló en 2008 tras haber ejercido como portavoz del CGPJ, órgano para el que fue nombrado en 2001 por la mayoría conservadora del Senado vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Asiduo de FAES y columnista de La Razón
Su designación por el PP como candidato al Tribunal Constitucional a propuesta del Senado fue una de las causas del bloqueo que impidió la renovación de los miembros del Alto Tribunal ya que desde algunos sectores políticos se ponía en entredicho su neutralidad y porque no acumulaba los 15 años de trabajo en la magistratura que se exigen para este cargo. Desde el CGPJ, López actuó de ariete contra el Estatut de Cataluña, la Ley de Memoria Histórica y el matrimonio homosexual. Sobre este último aspecto llegó a inspirar un informe en el que se comparaba este matrimonio con "la unión entre un hombre y un animal". También fue un asiduo de los seminarios de FAES, la fundación del PP, para la que llegó a ser ponente en más de un centenar de actos durante cinco años, y fue columnista habitual de La Razón.

"Para todos es Concha"
Espejel por su parte también fue elegida vocal del Consejo General del Poder Judicial a petición del PP, cargo del que tomó posesión el 23 de septiembre de 2008. Presidió las audiencias provinciales de Segovia, Tarragona y Guadalajara y desde 1999 es miembro nato de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha. En febrero de 2014, Cospedal le impuso la más alta distinción judicial con un discurso que dejaba bien claro la amistad entre ambas: “Haber participado en este acto para la imposición a Concha Espejel de la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, créanme que para mí es un honor y un privilegio. Es el acto de reconocimiento y de homenaje a una gran mujer, se ha dicho aquí, pero yo lo quiero reiterar, pero también a una gran jurista que ha acumulado muchos e importantes méritos en su carrera. No solo ha velado siempre por el correcto ejercicio de sus funciones que como juez le corresponden, sino que además, Concepción Espejel, que para todos es Concha y lo va a ser siempre, ha tenido un compromiso firme y una vocación profunda con la dimensión más social de la administración de justicia”.

Reparto impuesto por ella
Espejel ya defendió que le tocase juzgar la Gürtel porque, como presidenta de Sala, es su responsabilidad "y lo mismo ocurrirá con este salvo que esté enferma, de vacaciones o existan otros asuntos que por su complejidad me lo impidan. Las normas de reparto son claras”. Lo que entonces no aclaró Espejel es que este sistema de reparto fue impuesto por ella a su llegada al tribunal, algo que no era así con anterioridad. Hasta su aterrizaje, el presidente no formaba parte necesariamente de cada tribunal, sino que podía ser cualquiera de los cinco miembros de la sala, por rotación.