La capitán del Ejército Zaida Cantera, que ha denunciado haber sufrido acoso sexual y laboral, en la tribuna de invitados del Congreso, el día en que la diputada Irene Lozano (UPyD) preguntó a Morenés. EFE



El escándalo de la comandante Zaida Cantera, acosada sexualmente por un mando superior, ha conseguido remover los cimientos de Defensa, que ya prepara un nuevo protocolo que permitirá a los miembros del Ejército que sean víctimas de estos acosos dirigir sus denuncias directamente a la cúpula de las Fuerzas Armadas, es decir, al jefe del Estado Mayor de la Defensa, a la subsecretaria del departamento o a los jefes de los tres ejércitos.

Tendrán que informar a su mando superior
El protocolo obliga a la víctima a remitir una copia de su denuncia, que deberá ir firmada, al jefe del denunciante, “salvo que éste coincida con el presunto infractor, en cuyo caso lo remitirá al superior jerárquico de éste”. Cualquier militar deberá denunciar “una conducta que pueda ser constitutiva de acoso con independencia del empleo que tenga”.

No establece un plazo para el procedimiento
El borrador del protocolo, remitido por el Ministerio de Defensa a los grupos parlamentarios, establece que los procedimientos se tramitarán "con la máxima celeridad", sin embargo, no fija un plazo para contestar las denuncias ni obliga a los jefes de las unidades afectadas a abrir una información reservada para comprobar la veracidad de los hechos.

Advierte sobre denuncias falsas
La aplicación de medidas de alejamiento queda en manos del jefe de la unidad del acosador, quien podrá, previa audiencia con el denunciado, arrestarlo o cesarlo durante 48 horas o cambiarlo de puesto. Si se abre un expediente por falta grave o se admite una denuncia por acoso, la víctima podrá pedir una comisión de servicio en distinta unidad o localidad, sin menoscabo para su carrera. También podrá asignarse una comisión de servicio al presunto infractor en distinta unidad o localidad, informa El País.

El nuevo protocolo advierte de que “si resulta probado que la denuncia es falsa, se podrán exigir al denunciante las correspondientes responsabilidades”.

El caso de la comandante Zaida
En marzo pasado, la comandante Zaida Cantera, la capitán acosada sexualmente por el teniente coronel Lezcano Múgica denunció en el programa Salvados cómo sus superiores taparon sus denuncias y la sometieron posteriormente a un atropello laboral. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, rechazó dar explicaciones en el Congreso a la oposición tras la denuncia de la diputada de UPyD Irene Lozano, que tras varias llamadas telefónicas sólo consiguió que le respondiera el jefe del Estado Mayor del Ejército pero para proponerle un acuerdo para proteger al general Pardo de Santayana, implicado en la persecución a la capitana. Morenés también miró para otro lado, según denunció la diputada de UPyD.

Otros casos de vejaciones
En un reportaje reciente de la revista Interviu sobre el caso de otras tres mujeres vejadas en el Ejército quedó demostrado que los abusos de poder y el machismo en el Ejército no era excepcional. Una de ellas incluso intentó suicidarse tras los insultos que sufrieron en el Ejército del Aire, donde habían sido pioneras. Todo ocurrió cuando Federico Trillo estaba al frente del Ministerio de Defensa. Una de las madres le envió una carta, pero el entonces ministro no tomó cartas en el asunto.