[[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"25706","attributes":{"class":"media-image size-full wp-image-319635","typeof":"foaf:Image","style":"","width":"640","height":"320","alt":"Joaqu\u00edn Leguina y Cristina Cifuentes \/ Fotos EFE"}}]] Joaquín Leguina y Cristina Cifuentes / Fotos EFE



La noche del domingo hubo nervios hasta el final del recuento electoral en muchos lugares, pero Madrid fue uno de los principales focos. Mientras se iba corroborando que Esperanza Aguirre quedaría lejos de la mayoría y que no conseguiría la alcaldía ni con una hipotética suma con Ciudadanos, las esperanzas de los populares se depositaban en conservar un bastión de poder tan importante como la Comunidad de Madrid, que parecía perdido durante buena parte de la jornada. Los 48 escaños con los que iba ganando Cristina Cifuentes parecían insuficientes para sumar los 65 que marcan la mayoría en la Asamblea de Madrid ya que su posible apoyo, Ciudadanos, se quedaba en 16. Mientras, los 36 de Ángel Gabilondo y los 27 de Podemos que se contabilizaron durante gran parte del escrutinio sí sumaban los 65 de la mayoría absoluta. Pero ya bien avanzada la noche se produjo un giro: el PSOE bajó a 35 y ese escaño fue a Ciudadanos que ascendía a 16. Los últimos momentos del recuento no cambiaron el reparto: Cifuentes tendrá la posibilidad de gobernar si convence a la candidata de Ciudadanos, Ignacio Aguado, de que la apoye.

El decisivo baile de un escaño entre Ciudadanos y PSOE
El baile de ese escaño dejará previsiblemente sin presidencia de la Comunidad a Ángel Gabilondo, pero habría sido indiferente en otro escenario electoral. Todo esto son especulaciones porque no se sabe cómo habrían pactado las diferentes fuerzas, pero lo que está claro es que Gabilondo habría tenido dos fuerzas a su izquierda a las que poder convencer para sumar una mayoría holgada, Podemos e IU, si el umbral de entrada en la Asamblea estuviera en el 3% como en la ley electoral estatal y no en el 5% que marca la ley electoral madrileña.

¿Y los 131.000 votos de IU?
Lo recuerda Cinco Días, donde explican cómo el umbral del 3% habría significado que la candidatura de IU encabezada por Luis García Montero obtuviera cinco escaños con sus 130.890 votos (4,14% del total). Sin embargo, al no alcanzar el 5%, IU se quedó en... ¡cero diputados! Esos cinco escaños los habrían perdido a su vez el PP (dos), PSOE (dos) y Podemos (dos). En cualquier caso, el escenario resultante de ese escenario hipotético habría seguido permitiendo un bloque de gobierno de centro-izquierda con la suma de PSOE (35), Podemos (26) e IU (5), mientras que Cifuentes no llegaría a la mayoría porque aunque Ciudadanos conservara los 17 el PP habría bajado hasta los 46.

Una ley que se remonta a Leguina y que el PP se negó a cambiar
El exigente umbral del 5% rige en varias comunidades, aunque Asturias, País Vasco, Aragón y Castilla y León utilizan el 3%. En el caso de Madrid la ley electoral con el umbral del 5% se instauró con el socialista Joaquín Leguina como presidente, y sus sucesores del PP, Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre e Ignacio González, no la cambiaron a pesar de las reiteradas peticiones de IU y más recientemente también de UPyD. La formación de UPyD presentó en 2011 en la Asamblea una propuesta de reforma electoral que entre otras cosas proponía el umbral del 3%, aunque en su caso en estas elecciones tampoco lo alcanzaron ya que con 64.468 votos se quedaron en el 2,04%.