La Policía Nacional dio a conocer este pacto familiar a través de su Grupo de Redes Sociales.


La polémica está servida, que diría algún insigne presentador de televisión, aunque en realidad, de controversia nada de nada. Coincidiendo con el Día de Internet celebrado ayer 17 de mayo, el Cuerpo Nacional de Policía, a través de su departamento de redes sociales, ha hecho público un contrato dirigido a progenitores con hijos menores de 13 años. El objeto del mismo es un uso racional de los dispositivos tecnológicos que se han convertido en el 'compañero de viaje' habitual de los pequeños.


Seguramente, muchos criticarán este 'contrato' que según han explicado desde la Policía, sin valor alguno legal, sí puede servir para establecer unos mínimos lógicos al uso que, en muchos casos, se ha convertido en un verdadero problema para los niños.

El documento marca una veintena de compromisos, una especie de obligaciones y derechos que padres, madres e hijos cumplirán bajo el mandato de una firma de todas las partes. En las mismas redes sociales, a través de las cuales ha sido dado a conocer esta iniciativa, muchos de sus detractores hablan de la poca idoneidad de tratar de hacer responsables a los menores del uso que hacen de sus smartphones, tablets y ordenadores con un listado compuesto por veinte normas de cumplimiento.

Sin embargo, uno de los propósitos que se han marcado desde la Policía es que sean los progenitores los encargados de explicar y dar a entender a sus hijos el carácter y calado de cada una de los puntos.

Seguro, privado y respetuoso
Tal y como señala el citado contrato propuesto por el Grupo de Redes Sociales de la Policía Nacional, se trata de una “propuesta” para que “padres de hijos menores de 13 años fijen con ellos unas normas de buen (seguro, privado y respetuoso) uso de su móvil, tablet, ordenador o dispositivo conectado a internet, a pactar entre todos cuando se vaya a comprar o estrenar un nuevo gadget”.

La idea nos parece muy positiva porque parece que en los últimos años los bebés ya no llegan con una pan bajo el brazo sino con un smartphone. Sin caer en la exageración, este tipo de acciones se centran en la educación no solo de los pequeños, sino también (y en muchos supuestos principalmente) de sus padres, para evitar una utilización inadecuada de estos aparatos.

Encabezamiento y dos primeros puntos del contrato para el uso racional.



Conductas delictivas
Precisamente, entre las consecuencias que derivan de la aparición y uso generalizado de internet se encuentra la proliferación de actitudes delictivas que se ceban, en especial, con los menores de edad. Sin ir más lejos, en este contrato que propone la Policía se fija que ante cualquier problema, el usuario, es decir el menor, debe ponerlo en conocimiento de sus padres y según su gravedad si fuera necesario comunicarlo a las autoridades.

Esta iniciativa del Grupo de Redes de la Policía Nacional no quiere ir más allá de buscar un uso racional y no peligroso de internet y los dispositivos que lo facilitan. De este modo, entre otras cuestiones, establece desde el compromiso a la no difusión de fotografías íntimas o de comentarios e imágenes vejatorias por ejemplo a través de grupos de WhatsApp, hasta la obligación de “atender SIEMPRE las llamadas de sus padres para saber que se encuentra bien”, por citar solo tres.

Al margen de críticas porque sí, de controversia porque no y de espíritus contradictorios, lo cierto es que es preciso establecer reglas que conduzcan a un uso racional de los dispositivos que utilizan nuestros hijos, sobrinos, primos o nietos, debido a que la prohibición per se parece no solo no sirve, sino que recibe una respuesta contraria.

Una explicación lógica y pedagógica, logrará con seguridad resultados mucho más positivos y, lo que es más importante, evitará más de un susto. Sin ir más lejos, en el documento del Grupo de Redes de la Policía Nacional, cada uno de los puntos enumerados como derechos y obligaciones, trata comportamientos, situaciones y vivencias que derivan de la introducción de las nuevas tecnologías en las vidas de las familias. Y a ti ¿Qué te parece este tipo de 'contrato'?.