El alcalde de la localidad oscense de Fraga, el 'popular' Santiago Escándil, ha decidido convertir las calles de su ciudad en circuito de carreras. Al menos, indirectamente. Y es que, sin cortarse, ha dado la orden para que durante estos días no se realicen controles de velocidad en la ciudad.
 

Santiago Escándil, alcalde de Fraga, en su vídeo promocional de las anteriores campañas

 

 


La policía se mosquea
Y quien ha informado de la 'novedad' ha sido nada menos que la Policía Local de Fraga, que en su página de Facebook, que encabezan con la frase "lo único que se necesita para que triunfe el mal, es que los hombres buenos no hagan nada", dan cuenta de estos hechos. En Fraga hay barrera libre para pisar el acelerador.

"Desde la oficina de Tráfico Huesca (órgano conveniado con Ayto. Fraga para la cesión del radar) -se lee en la cuenta de la Policía Local- comunican que a petición de Alcaldía, NO se realizarán controles de velocidad en la ciudad". El tono es así de aséptico. Que la policía lo haya incluido en su cuenta de Facebook da idea del enfado que semejante orden electoralista ha causado entre los agentes.

 

 

 

Cuenta de Facebook de la Policía Local de Fraga

 

 


Especialmente si se tiene en cuenta que hace sólo una semana, la propia policía había difundido información entre los vecinos que realizaría una "Campaña de control de excesos de velocidad", y les había informado dónde situarían el coche-radar.

Sancionar está feo, pero no queda otra
Aún resulta más 'estruendoso' el descaro de la decisión del equipo de gobierno del PP en Fraga si se tiene en cuenta que se presentan a la campaña anuncian una "nueva Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana", acompañada de un cuadro de sanciones que dicen que aplicarán con "absoluta firmeza". En el programa se puede leer que el PP piensa que "la ciudad debe ser mejor en convivencia y mejor en limpieza y desde aquí digo que a lo mejor hemos sido demasiado flexibles. Sancionar a la gente no es agradable, pero hemos visto claramente que si queremos una Ciudad como debe ser no queda otra".

O sea, que el 'recreo' en el que se permite la 'flexibilidad', incluido darle gas al coche o la moto, tiene fecha de caducidad para el acalde: el 24M y las elecciones. Luego ya sí habrá que hacer cosas "no agradables".