El próximo 5 de mayo, 86.858 personas están llamadas a elegir al nuevo rector de la Universidad Complutense de Madrid. El colectivo más numeroso de votantes es el de los 77.187 estudiantes, cuyo voto tiene un valor del 25 %. La ponderación otorga el mayor valor, del 51 %, al voto del personal docente e investigador (PDI) con vinculación permanente a la universidad, que ascienden a 2.633 personas. El voto del personal de administración y servicios (PAS), un colectivo de 3.810 personas, tiene un peso del 12 % en el cómputo. Les siguen el resto de docentes e investigadores (PDI) sin vinculación permanente con la universidad, entre ellos los 1.077 a tiempo completo cuyo voto vale un 10 %, y los 2.151 profesores a tiempo parcial con un peso del 2 % en la ponderación establecida.

Los candidatos
Todos ellos tendrán que optar entre cinco candidatos a dirigir la Universidad Complutense de Madrid: José Carrillo, Carlos Andradas, Dámaso López, Federico Morán y Rafael Calduch. De todos los aspirantes, sin duda el más cercano al Partido Popular es Federico Morán (en el pasado llegó a ser el número 3 del ministro Wert).

Morán, aspirante pro PP
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, Morán asegura que su intención no es otra que atraer a investigadores visitantes del extranjero, dar estabilidad al personal a tiempo parcial o internacionalizar la universidad vinculándola al Instituto Cervantes. ¿Pero cuál es el verdadero modelo universitario por el que apuesta el candidato pro PP?

Las intenciones de Morán
A tenor de la intervención que Morán realizó el pasado 30 de octubre en la Universidad de Georgetown, su apuesta está basada en una Universidad en la que todo el que quiera estudiar no pueda hacerlo, apenas cuente con financiación pública y acabe con los profesores que sólo se rascan las narices.

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La intervención que le delata
Su intervención, que puede verse a partir del minuto 38, no tiene desperdicio. Por su interés informativo, reproducimos algunos de los pasajes más controvertidos.

“Las mejores universidades eligen en un ratio de 1 a 10 y algunas incluso más. En la Universidad española el ratio es 1 a 1. Todo el que quiere entrar en la Universidad entra. No hay selección (…) En su conjunto, si uno quiere estudiar en la Complutense, estudia en la Complutense (ya sea) una cosa u otra”.

“El sistema universitario en España es muy endogámico (…) y una vez que estás, no hay quien te eche. Es absolutamente imposible. Yo soy funcionario, catedrático de la Universidad, profesor… y podría haber estado rascándome las narices, por no decir otras cosas, todo este tiempo y hubiese seguido cobrando igual y haciendo lo mismo”.

“Las buenas universidades, las públicas, tienen un tercio de financiación pública. El resto, es una cosa así como te buscas la vida. En efecto. Es así”.

“Cómo vamos a atraer capital privado a las universidades públicas para que fomenten centros de investigación, cátedras… si cuando lleguen se van a encontrar una panda de gente con pancartas diciendo ‘fuera el capital’ y ‘fuera empresas de la Universidad’”.