Ciudadanos presume de una postura centrista y un progresismo  de los que no ha hecho precisamente gala en años recientes, como lo demuestra el discurso radical de una de sus principales dirigentes, Carina Mejías, portavoz de su grupo parlamentario en el Parlament y miembro de su Comité Ejecutivo. En 2009, la diputada de Ciudadans defendía en un artículo publicado en ABC su postura respecto al aborto, próxima a las posiciones de los grupos católicos más ultras.

Un pasado en el PP
Mejías, que había sido concejala y diputada por el PP durante casi 20 años, se presentó a las primarias de Ciudadanos en 2012 y fue elegida número 3 por Barcelona y ganó un escaño en el Parlament. En diciembre de 2014 fue seleccionada como candidata a la Alcaldía de Barcelona para las próximas elecciones municipales.

Contra la "sociedad enferma"
En 2009, Carina Mejías cargaba contra la reforma del aborto del Gobierno de Zapatero, que calificó de propia de "sociedades enfermas".

"La situación actual pone de manifiesto el fracaso de una sociedad que ha sido incapaz de concienciar a los suyos del importante valor de la vida, un valor supremo digno de toda protección y reconocido como un derecho fundamental", escribía la diputada de Ciudadanos.

Un despreciable negocio
Mejías tildaba de desaprensivos a los socialistas y a quienes les respaldaban en su reforma del aborto y les acusaba de violar "el juramento hipocrático", pretendiendo "hacer del aborto un despreciable negocio".

"La ampliación de los supuestos del aborto nada tiene que ver con el reconocimiento de más derechos de la mujer, ni con la modernidad, ni con el progreso y sí mucho que ver con un ataque al derecho a la vida, la falta de valores morales".

Miseria moral
"La trascendencia moral, pone de relieve el fracaso de una sociedad a la hora de transmitir valores éticos de respeto por los derechos fundamentales de la persona entre los que está el derecho a la vida y con ello forjar nuevas generaciones de individuos responsables con las consecuencias de sus actos".

La candidata a alcaldesa de Barcelona cargaba contra "la miseria moral de una sociedad que amparándose en un malentendido progreso es incapaz de defender y atender, el derecho a la vida".