Málaga es la referencia del sector crítico de Podemos con los dirigentes nacionales. Tras ganar por pocos votos y muchas dificultades en el proceso de elección de órganos internos, la dirección de Podemos-Málaga aguanta estoicamente las presiones, la conformación de listas, la preferencia por otras corrientes internas y acuerdan un silencio sobre las discrepancias por la existencia de procesos electorales.

A muchos les sorprendió que en el mitin de campaña de las elecciones autonómicas no se anunciara que junto a Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias, no interviniera José Antonio Vargas. Lo cierto es que no se anunció porque sencillamente no iba a intervenir. Vargas, de la corriente crítica que ancla sus orígenes en Izquierda Anticapitalista, no es del gusto del oficialismo madrileño de Podemos. Ni él ni sus compañeros que han puesto en marcha la formación y que han logrado aglutinar un importante número de círculos en la capital, muy por encima de la media andaluza.



Intervención sorpresa
Pero si esta acción de relegar al máximo dirigente local extrañó, mucho más sorpresivo fue que tras comenzar su intervención la candidata andaluza, Teresa Rodríguez, de la misma corriente que Vargas y con el que mantiene buenas relaciones, de manera inaudita interrumpió su proclama y pidió al público congregado que escuchase las palabras del dirigente local. Rodríguez hizo todo un salto en el "protocolo" del mitin y le dio la palabra a Vargas ante el asombro de Pablo Iglesias que se encontraba justo enfrente en la primera fila del acto.

Porrazos de la Policía
Vargas de manera impetuosa y a ritmo rápido para aprovechar el poco tiempo de su improvisada intervención, fue desgranando las inquietudes de su grupo y en un momento determinado habló incluso de que los parlamentarios andaluces, que obtuviesen escaño, deberían ser los "primeros en llevarse los porrazos de la Policía" en los intentos para para desahucios. Curioso por que poco después Pablo Iglesias pidió el voto de policías, guardiaciviles y militares.

Plasmado en vídeo
La cara de Iglesias era todo un poema. Un rostro de claro desacuerdo inundaba toda la faz del dirigente nacional. Testigo de todo ello es un vídeo que recorre las redes y que la revista "El Observador" ha incluido hoy en su portada digital. Todo indica por la cercanía a la primera fila del acto y los controles de seguridad existentes, que el vídeo puede haber sido grabado por un miembro de la organización con posibilidades de movimiento en el acto.