La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, durante el pleno que celebra hoy el Congreso de los Diputados. EFE



El 26 de noviembre, Ana Mato dimitía. No lo hacía por su pésima gestión en la crisis del ébola, o por la insufrible situación por la que pasaban -y pasan- los enfermos de Hepatitis C. Tampoco dimitía por voluntad propia, sino que era el propio Mariano Rajoy quien forzaba su marcha. Las razones, el auto del juez Pablo Ruz que la señalaba como "partícipe a título lucrativo" en la trama Gürtel y el hecho de que al día siguiente, 27 de noviembre, Mariano Rajoy debía afrontar un pleno decisivo centrado en la corrupción. Con lo que no hubiera quedado muy bien la presencia de Mato en el banquillo azul del Gobierno.

Entonces, el comunicado difundido, con membrete del Ministerio de Sanidad, se empeñó en señalar que su dimisión buscaba evitar “perjudicar al Gobierno, a su presidente o al PP”. Nada, por supuesto, se decía sobre manchar la imagen del Congreso de los Diputados o la soberanía nacional, así que Mato se quedaría como diputada rasa y viviendo de las arcas públicas.

Juicio oral y fianza
La semana pasada el juez Ruz abrió juicio oral contra 40 implicados en la primera etapa del caso Gürtel y, entre quienes se sentarán en el banquillo está el Partido Popular como formación y Ana Mato, a quien se le pide una fianza de 28.467 euros. Así que es un buen momento para indagar sobre la fuente monetaria que pagará la fianza de la exministra y qué hace para ganarse la vida.

66.232 euros al año
Si el PP hubiera cumplido su promesa de mantener a Mato como diputada rasa, y dado que su escaño representa a Madrid, la exministra estaría ganando ahora 51.582,02 euros al año. Pero les debió parecer poco y la premiaron con la Vicepresidencia Primera de la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Lo que provoca que su salario ascienda a 66.232,74 euros. De esa cantidad, 12.187,84 euros son limpios, puesto que están exentos de tributar a Hacienda.

Cargo en el PP
En lo que se refiere a responsabilidad, también hay que destacar que Ana Mato es vocal del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular, un cargo que, por lo visto, no implica que pueda "perjudicar al PP", como señalaba en su día el comunicado oficial. Eso sí, también cobra por ello, o al menos así lo aseguró Carlos Floriano, quien ya reconoció en 2013 que pagan un sobresueldo a "diputados y senadores" con responsabilidad en el partido. Pero, aunque también es dinero público, esa es otra incógnita que no trataremos hoy.

Cero intervenciones, cero iniciativas
¿Y a qué se dedica Ana Mato? Pues en el Congreso, a nada. Su registro de intervenciones parlamentarias se quedó paralizado aquel 26 de noviembre. Esa mañana, la diputada socialista Gracia Fernández, le preguntó "cómo va a garantizar el Gobierno el acceso en condiciones de igualdad a los medicamentos para el tratamiento contra la hepatitis C". Ana Mato leyó su breve respuesta, aún como ministra de Sanidad, y horas después dimitía. Desde entonces, sus intervenciones se reducen a 0. Y cuándo se consultan sus iniciativas parlamentarias en la web del Congreso, el resultado es el mismo: "No existen resultados para la búsqueda realizada".

"Importante acto"
El máximo esfuerzo que ha tenido que realizar Ana Mato desde su dimisión fue el de acudir a la citada Comisión, el 18 de diciembre de 2014, para recibir el asiento de vicepresidenta primera, único punto del orden del día. El trámite, como registra el diario de sesiones, comenzó a las "cinco y treinta y cinco minutos de la tarde" y cuando se levantó la sesión el reloj del Congreso marcaba las "cinco y cincuenta minutos de la tarde". Un total de quince minutos de trabajo en el que Mato no tuvo ni que hablar, sólo sentarse en la silla que le señaló el presidente de la Comisión, Carlos Aragonés, que para más inri acabó la sesión con la siguiente frase: "Les agradezco a todos ustedes el momento que han dedicado a este importante acto; espero que no nos hayamos retrasado demasiado. Con el permiso de todos ustedes, les felicito las Navidades".

Dos fianzas
Casi cuatro meses después, esa ha sido la única reunión que ha celebrado la Comisión de Cooperación Internacional, por lo que Ana Mato sigue viviendo la Dolce Vita de embolsarse 66.232 euros al año por no hacer nada. Una cantidad pagada por los ciudadanos y que da para pagar dos fianzas como la suya. Y aún le sobraría más de un millón de pesetas.