Hace menos de un mes Vicente Martínez-Pujalte, el dicharachero diputado y portavoz de economía del PP en el Congreso de los diputados, no se cortó y en rueda de prensa vino a decir que su partido en Murcia (su tierra y por donde es diputado) se sentía perseguido por la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de aquella comunidad. Aún fue más lejos y dijo que "el grupo parlamentario Popular en el Congreso va a preguntar a la Fiscalía General del Estado" sobre el asunto.
 

Vicente Martínez Pujalte en el Congreso de los Diputados, en un gesto muy suyo

 

 


Por el bien del dinero de los ciudadanos
Eso sí, Pujalte, en un 'apaño dialéctico' muy suyo, metía a los ciudadanos por medio y decía que si se quejaba por todas las causas judiciales que en estos momentos tiene abierto su partido en aquella comunidad, y en las que el expresidente y eurodiputado Ramón Luis Valcárcel aparece muy 'tocado', no era por el PP, no, sino por "el gasto que acarrean para los ciudadanos los largos procesos que en la mayoría de los casos son archivados".

Y curiosamente este miércoles, el diario La Verdad de Murcia publica que 'pilló' en la tarde de ayer a Pujalte en la Fiscalía General. Eso sí, el político negó que estuviera dando las quejas a la fiscal general, Consuelo Madrigal, como había anunciado, y que lo estuviera haciendo en persona en lugar de formalmente a través del Grupo Parlamentario. Lo que dijo es que se pasó por allí para hablar con Fernando Noya, el jefe de prensa de la Fiscalía, que, dijo, es buen amigo suyo.

Su mano en la crisis del gobierno murciano
La mano de Pujalte, en cualquier caso, parece muy alargada. En las últimas horas se ha producido una crisis de Gobierno, con un caso por corrupción que afecta a un cuñado del propio Pujalte, de fondo, Antonio Cerdá.

El pasado jueves Cerdá dimitió como consejero de agricultura, en lo que se ha calificado de "decisión absolutamente inesperada" por el propio presidente murciano, Alberto Garre, que a la carrera ha tenido que reestructurar su gobierno. La dimisión, en medios políticos murcianos se entiende como un movimiento para forzar que el caso de corrupción urbanística conocido como Novo Carthago se escape de las manos del temido Tribunal Superior de Justicia de Murcia, al dejar de estar Cerdá aforado.  Esto llevaría a que se hiciera cargo del proceso un juzgado ordinario y se atrasaría al tiempo que Valcárcel fuera imputado.

Tanto en medios políticos como periodísticos murcianos se apunta a Vicente Martínez-Pujalte como el 'autor intelectual' de la estrategia legal.