La Secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio, hoy durante un desayuno informativo celebrado en un hotel de Madrid, donde ha realizado un repaso de la situación de la educación en España después de aprobarse la flexibilización de la duración de los grados. EFE



La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, uno de los miembros más ricos del Gobierno, sigue dando muestras de cuál es el modelo educativo que quiere. En un desayuno informativo, este lunes, se ha quejado de que España tenga, según ha dicho, una de las mayores tasas de accesoa la universidad de toda la Unión Europea y una de las tasas más bajas de matrícula e impuestos bajos. "Es un sistema que no es sostenible y, por lo tanto, tendremos en algún momento que iniciar el debate sobre qué tipo de sistema queremos", ha advertido Gomendio en un desayuno informativo.

Propuso sustituir las becas por préstamos
Fiel escudero de Wert en la política de recortes a la Educación, Gomendio ha dejado claro ya hace tiempo que defiende un modelo excluyente, sólo para los que puedan pagar. En junio pasado, Gomendio propuso que la Universidad fuera de un sistema de becas hacia otro de préstamos, y que la financiación universitaria tenga un componente privado mayor.

Gomendio, la segunda miembro del Gobierno más rica, con un patrimonio declarado de 14,5 millones de euros, puso en cuestión el sistema de becas actual, en el que los estudiantes, según dijo, reciben unas cuantías importantes de dinero que no tienen que devolver o si se debe ir hacia un sistema de préstamos.

Irritó a los profesores al afirmar que se gasta mucho en sus sueldos
En abril de 2014 irritó a los profesores al afirmar que se gastaba mucho en el salario de estos profesionales;  es un gasto público que “no ha sido eficiente”, señaló  la alto cargo de Educación, a la que replicó FETE-UGT que la realidad del sector es que el sueldo de los docentes ha bajado en un 30% en los últimos años.

Defendió reducir los grados en favor de másteres
La número dos de Wert ha estado en el centro de la polémica recientemente por asegurar que su Departamento tenía el apoyo de los rectores en la decisión del Gobierno de flexibilizar la duración de las carreras, que permitiría dejar en tres grados algunas especialidades con dos años añadidos de máster, que los estudiantes, lógicamente, tendrían que pagar. La Conferencia de Rectores de las Universidades (CRUE) rechazó la medida por amplia mayoría, ya que dejaría fuera del sistema a los menos favorecidos económicamente.