"Nos recibieron el director de Informativos, Rafael de Miguel, y la directora de Recursos Humanos y nos fueron entregando uno a uno cartas con las que intentaban justificar los despidos con razones disciplinarias.., razones tipo "usted no cumple con sus cometidos", o "usted no acepta directrices"... Pero todo es tan mentira, que en el mismo momento nos decían, si firmas y llegamos a un acuerdo romperemos estas cartas".

Un nuevo perfil de redactor 'más digital'
Es el relato de algunos de los redactores, en realidad habría que decir casi redactoras, porque seis de los siete afectados son mujeres, que han sido despedidos en las últimas horas por la Cadena SER. Despidos a los que parece que se sumarán aun un par de técnicos.

Muy poco tiempo antes de comenzar a entregar las cartas, (que en la dirección se negaron a entregar a los afectados por temer a que salieran a la luz, aunque les obligaban a firmar acuses de recibo, y que en la redacción, por su contenido, califican para ELPLURAL.COM como de "asquerosas y humillantes"), la dirección de la empresa se reunió con miembros del Comité de Empresa, a quienes intentaron justificar los despidos con la excusa de que "se busca un nuevo perfil de redactor, más 'digital'".

Una de las manifestaciones que hicieron los trabajadores de la SER, durante el ERE que se montó en la empresa. Salvemosprisa.com.es



Redactores veteranos con carácter, por jóvenes sumisos y más baratos
La lectura que se da a 'estas razones' en la redacción es que desde la empresa se desea cambiar redactores veteranos, con sueldos más altos, y que "aún recuerdan lo que era la SER", por otros más jóvenes, más baratos y manejables política y empresarialmente. El perfil de los despedidos es tener entre 45 y 55 años, ser parte del grupo superviviente de veteranos de la redacción y tener sueldos que superan los 2.000 euros mensuales.

"La desvergüenza de que los acusan de falta de compromiso, o de no cumplir con su cometido es enorme -nos dicen en la redacción- y se contesta sola con los hechos: una de las despedidas, María José Agejas, veterana corresponsal y después reportera de crisis, ha estado en sitios como la guerra de Libia o las revueltas en Túnez o Egipto, y acaba de regresar de cubrir en París la matanza de Charlie Hebdo; otra, Esther Redondo, otra veterana, era ahora corresponsal parlamentaria; Ana Borderas, veterana de la información cultural y directora de 'La Hora Extra', programa que había recibido el premio nacional de Cultura, acababa de incorporarse antes de tiempo de una baja médica... ".

Un problema de 'fobias' contra las personas con más peso moral
En el Comité de empresa se apunta que lo que ha habido ha sido un problema de 'fobias'. En la redacción que se ha buscado despedir a parte de los redactores mejor pagados, y también de los que la dirección percibía como personas con más peso moral en la redacción, lo que se había puesto de manifiesto en Asambleas en los últimos meses.

Como hemos contado en ELPLURAL.COM, en la SER se han vivido procesos de ERE traumáticos que llegaron a llevar incluso a una huelga seguida muy mayoritariamente, incluso por algunas de las voces más conocidas, y que posteriormente está sometida a un continuo ERE simulado, que consiste en un despido continuo de redactores a los que se fuerza a aceptar su despido ante el temor de represalias o despidos en peores condiciones.

"No deja de ser irónico que en la SER, en cuyos informativos y tertulias tanto se critican medidas del Gobierno del PP como la reforma laboral, después se utilicen estos métodos y las amenazas de aplicar esas leyes que tanto se critican en antena".

La situación económica de la empresa, según nos dicen en el Comité de Empresa, sigue siendo delicada, pero no justificaría tampoco este 'ERE encubierto'. Lo que sí parece es que se trate de un paso más, casi definitivo, para el 'cambio de cultura' en la redacción, con la implantación de una nueva redacción, más inexperta, con sueldos por debajo de 20.000 euros al año y sumisión asegurada ante las directrices de una dirección que ha sustituido también en gran medida a la vieja guardia de PRISA, de la época de Polanco.