Como suele suceder en otros casos, cada vez que se habla de emprendimiento, detrás de la idea inicial se encuentra una vivencia personal. También ocurre en el caso de Barcelona Special Traveler, cuya génesis está ligada a la experiencia como padre de hijo discapacitado de uno sus fundadores, Javier Torrescasana. Hablamos con él de los inicios, del presente y del futuro de una empresa que empieza a dar sus frutos, entre los que se encuentra el contribuir de forma clara a la concienciación y sensibilización de diferentes sectores de la Ciudad Condal.


“Un período de reflexión” tras años de viajes laborales enmarcados en su especialidad (marketing y publicidad), permitió a Torrescasana adquirir conocimientos sólidos en el campo del turismo. BST es, sobre todo, un negocio y la urbe que le da nombre es el nicho de mercado perfecto porque hoy por hoy “Barcelona es una de las ciudades con mayor potencial turístico del mundo, que además ofrece un nivel de accesibilidad muy importante”, asegura. Estos factores llevaron hace un año y junto a Rosendo Donadeu y Blanca Ripoll, a hacer realidad lo que surgió como una idea.

¿Qué ofrece Barcelona Special Traveler?
Básicamente la experiencia completa de cualquier turista. Trabajamos desde tres puntos de vista. En primer lugar, el alojamiento. Uno de los inconvenientes con los que se encuentran las personas con problemas de movilidad en la web de un hotel es que le marcan cómo son las habitaciones, pero sin especificar si son accesibles y qué grado de accesibilidad tienen. Nosotros lo que hemos hecho ha sido un barrido visitando cada una de esas estancias accesibles y las hemos catalogado, teniendo en cuenta la heterogeneidad de la discapacidad. La segunda gran área de actuación tiene que ver con los servicios, que pueden ser desde una perspectiva asistencial o lúdica.

Javier Torrescasana con su hijo Álvaro en globo.



Supongo que algunas de las experiencias vividas son realmente emocionantes.
Ese es, precisamente, el área, el ámbito de actuación, que más nos gusta. Nosotros decimos que la experiencia que ofrecemos va más allá de la turística propiamente dicha, es decir, lo que llamamos experiencias de vida. Esto se refiere a un producto que abarca desde tours más convencionales pero adaptados, hasta cosas que uno de nuestros clientes ni siquiera se plantearía como posibilidad. Yo que sé, ski, paseo en globo aeróstatico, rutas por bodegas... muchas experiencias que ofrecemos y de las que, el cliente en su lugar de residencia, no dispone.

Insisto, me imagino que las sensaciones de algunos clientes son indescriptibles.
Sin duda. Por ejemplo, una mujer de Ciudad Real ni se le había pasado por su cabeza, ni se había planteado la posibilidad de esquiar y estuvo esquiando en una silla y no te puedes imaginar cómo estaba. Estaba feliz y encantada ¡Esto es muy gratificante!

¿Cuál ha sido la postura de los hoteles desde que estáis trabajando con Barcelona Special Traveler?
Precisamente una de las cosas que más temor nos provocaba era la actitud de los hoteles. Sin embargo nos hemos llevado una grata sorpresa porque su posición fue de colaboración total. La realidad es esa.

Da la impresión de que, sin olvidar la parte de negocio, sí que estáis contribuyendo a cambiar conciencias con respecto al colectivo de personas discapacitadas.
Tal vez sí. Lo cierto es que por parte de los hoteles, también de la administración que ha mostrado su colaboración en todo momento, pero también otros sectores que nos han venido a preguntar, oye ¿qué puedo hacer yo para mejorar e impulsar la presencia de las personas con las que vosotros trabajáis? En general, desde luego, por ese lado estamos muy satisfechos.

De izda. a dcha. J. Torrescasana, R. Donadeu y B. Ripoll.



Os centráis en el sector turístico pero solo de Barcelona, aunque a través de la web estáis presentes en todo el planeta.
Nosotros estamos en esta ciudad porque uno de nuestros lemas es que no podemos fallar. El turismo accesible exige más que el habitual. Viajan menos, pero durante un período de tiempo más amplio. Nuestra área de influencia es Barcelona y, por extensión, Cataluña porque es lo que podemos abarcar. A mí me han venido pidiendo consejo sobre Miami y he dicho que lo siento pero yo no conozco de primera mano aquello, sus infraestructuras, como para recomendar algo.

No sé si entráis en el concepto prefijado de startup. Sin embargo, sí que cumplís muchos de sus requisitos, incluida la parte tecnológica a través de la web y el uso que hacéis de estos soportes.
Básicamente estamos con dos herramientas. Una es la web, en la que el cliente puede encontrar todos los datos para contactar con nosotros. La otra son turoperadores europeos y especialmente británicos, que lo que buscan es que su cliente, luego nuestro cliente, va a estar correctamente atendido, con un alojamiento de calidad y, sobre todo, que lo que se promete lo va a tener.

Cómo ves el mundo del emprendimiento.
La verdad es que ha habido algún que otro acercamiento de incubadoras y aceleradoras, pero no han fructificado. Quizás porque buscan la preferencia de la parte tecnológica, quizás porque somos tres socios que estamos ya en los cuarenta y eso... No sé. Me da la impresión de que se ha generado una especie de sistema económico propio alrededor de las startups y esto, a veces, es un poco peligroso.

En qué punto se encuentra ahora BST, dónde está puesto el punto de mira empresarial ¿ampliar negocio, internacionalización?
Los primeros meses estuvimos trabajando en las visitas a los lugares que íbamos a ofrecer. A partir de julio empezamos a recibir clientes. Es decir, llevamos poco tiempo. No obstante, el tema de la expansión está ahí. Hoy es Barcelona Special Traveler, mañana puede ser X Special Traveler. Sin embargo para nosotros es muy importante la plaza en la que estemos porque no todas las ciudades o lugares son ideales para este negocio. No se descarta, pero habría que seleccionar muy bien esas plazas tanto a nivel nacional como internacional... hay ya alguna propuesta sobre esto. Pero veremos.