Centenares de personas se concentraron de manera espontánea en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona este sábado, alrededor de la una de la madrugada, tras la emisión en Televisión de Catalunya del documental Ciutad Morta, sobre el caso 4-F que terminó con el suicidio de la joven Patricia Heras.

Críticas a los Mossos
Los manifestantes inundaron la plaza de velas, según El Periódico de Catalunya, y en Twitter los hashtag #CiutatMorta y #totciutatmorta se convirtieron en tendencia, con críticas a la Guardia Urbana de Barcelona y al silenciamiento de los hechos narrados en el documental, premiado en varios festivales, que se debió haber emitido mucho antes.

El sindicato de los Mossos habla de "fantasías"
En las redes sociales, un comentario del Sindicato de Mossos de Escuadra en el que se calificaba el documental de “fantasioso” contribuyó a aumentar la polémica. Algunos internautas respondieron que la afirmación era "vergonzosa e indignante", y el sindicato defendió su "derecho a opinar".

Cinco minutos censurados
El documental finalmente se emitió, pero con cinco minutos censurados, por orden del juzgado 25 de Barcelona, por considerar que algunas imágenes y opiniones sobre el exjefe de Información de la Guardia Urbana de Barcelona, Víctor Gibanel, podrían violar su derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, según ha explicado uno de los realizadores de la película, Xapo Ortega.



Un caso abierto
Según han dicho sus realizadores, Ortega y Xavier Artigas, su objetivo ha sido “denunciar un caso que sigue abierto, como seguimos viendo con esta denuncia". "Es un grave caso de corrupción política, y que es sistemática".

Lo que sucedió
El 4 de febrero del 2006, tuvo lugar una carga policial en una casa ocupada. La operación se saldó con siete detenidos y algunos jóvenes en el Hospital del Mar de Barcelona, donde coincidieron con Patricia Heras y su amigo Alfredo, que habían tenido un accidente de bici. Los policías "los involucraron" y Patricia Heras fue a prisión. En un permiso, se suicidó.