El 'banco malo' creado por el Gobierno de Rajoy para acumular en él todos los activos tóxicos procedentes del ladrillo (créditos de imposible cobro e inmuebles a la venta) ha comunicado el cierre de su última gran operación en la que se desprende de 126.000 activos (créditos hipotecarios sobre inmuebles) valorados en 41.000 millones de euros. Hay tres empresas intermediarias para dar salida al mercado a dichos activos, y la que se queda con el mayor contrato de gestión es Haya Real Estate, vinculada al fondo buitre Cerverus Capital Management, con el que colabora José María Aznar Botella.

El fondo preferido de Bankia
El primogénito de Aznar no es un simple trabajador en nómina del fondo, es consejero de Promontoria Plataforma S.L., filial de Cerberus, con lo que se puede afirmar que Aznar Botella es un directivo. Ya en diciembre de 2012 saltaba la noticia de su fichaje por este fondo, uno de los más importantes del mundo, y que se ha visto envuelto en la polémica porque se ha quedado con pisos del Instituto de la Vivienda de Madrid a precios inferiores a los que se ofrecían a los inquilinos.

En marzo de 2013 Bankia adjudicó su negocio inmobiliario a este fondo y sus satélites en España por un precio de entre 40 y 90 millones de euros, cifra que la entidad nunca aclaró.

Y otra vez con Bankia
Según la nota de prensa difundida esta tarde por la Sareb, Haya Real se ha quedado con la gestión de 52.000 créditos inmobiliarios de Bankia por los que el Estado pagó en su día 18.000 millones de euros. De nuevo un paquete inmobiliario de Bankia que gestionará el fondo en el que es directivo José María Aznar Botella.

Altamira gestionará 44.000 créditos que en su día fueron de Catalunya Caixa, BMN y Caja 3 por los que la Sareb pagó 14.000 millones. Servihábitat se queda con el paquete más pequeño, 30.300 créditos tóxicos procedentes de Nova Caixa Galicia, Liberbank y Banco Valencia por los  que Sareb pagó 9.200 millones de euros.