El Consejo Editorial de El País vivió unas bajas y unas altas hace unas fechas que habían pasado desapercibidas, pero que, sin embargo, son muy significativas. Nos referimos a la salida de práctica totalidad de los restos de la redacción original que quedaban en el diario de PRISA, y su sustitución por 'la nueva' ola, la que de la mano de Antonio Caño, y con el respaldo de Juan Luis Cebrián está cambiando el rostro del periódico, hasta, como se ve tan a menudo por las cartas de los propios lectores, y por los comentarios en redes, hacer el periódico irreconocible.

En las "nuevas mayorías" no caben los 'antiguos' periodistas
En concreto, quienes han salido del Consejo Editorial han sido Joaquín Estefanía, que fue segundo director del diario, y Sol Gallego Díaz, una de las periodistas fundadoras, y que llegó a ocupar el cargo de directora adjunta. Ellos dos eran vistos en la empresa como la última presencia de los valores que fueron convirtiendo el diario en la referencia que llegó a ser. De hecho, todo indica que es en buena medida eso lo que ha llevado a su salida.

Como contamos en ELPLURAL.COM, la llegada del actual director, Antonio Caño, se produjo en medio de un escándalo. Por un error, envió un correo dirigido a Cebrián a otros compañeros del periódico. Así se conoció su propuesta de realizar un cambio profundo en la redacción, sustituyendo a buena parte de los periodistas entonces existente, y el cambio editorial del diario que él concretaba en la idea de que "el diario debe abrirse a nuevas mayorías". En los pocos meses que Caño lleva en el mando las dos cosas se han cumplido en gran medida.

Redacción central de EL PAIS. Foto El Pais



El País había vivido ya un difícil ERE, que en buena medida había traído un profundo cambio a la redacción, cuando Antonio Caño se hizo en mayo cargo del diario. Pero en las semanas siguientes ha provocado otro cambio, apartando de responsabilidades en el diario a lo que podría calificarse de 'redactores veteranos', sustituyéndolos por gente muy joven, de poca experiencia, pero de su absoluta fidelidad.

La llegada de jóvenes.., 'de total confianza'
Los dos casos más significativos son los de David Alandete, el director adjunto, un periodista de muy escasa experiencia que había colaborado con él en la corresponsalía de Washingon, y con Eva Sáiz, a la que a pesar de que sólo tenía dos años de práctica profesional, ha responsabilizado con la edición en papel del diario. Como contamos en nuestro periódico en su momento, la redacción acogió estos cambios con desolación y perplejidad.

Precisamente, estas son las dos personas que, en sustitución de Gallego Díaz y Estefanía, han entrado en el Comité Editorial, completando el 'cierre de un ciclo' que en un primer momento, llegó a provocar profundas quiebras y malestar en el desarrollo del día a día del periódico. Incluso, como contamos en su momento en ELPLURAL.COM, en alguna reunión del Comité de Redacción y la dirección se vivieron momentos de tensión porque estaban produciéndose, un hecho sin precedentes, quejas de los periodistas por manipulación en sus informaciones y el desenganche generalizado entre la redacción y la línea editorial del periódico.

El tratamiento, que recibía calificativo de sumiso, a la Casa Real cuando la institución pasó sus peores momentos, o los ataques con alguna información y, sobre todo, desde las páginas editoriales, contra Podemos, fueron y siguen siendo causa de rechazo por parte de gran parte de la redacción. En el caso de Podemos, como nos dice algún veterano periodista de El País, porque no entienden una persecución "que a la mayoría nos parece suicida, porque buena parte de nuestros lectores está ahí, entre los votantes de Podemos".

Los lectores no reconocen 'su' El País
En realidad, como apuntábamos antes, estos cambios ideológicos están ya provocando un creciente distanciamiento entre el diario y sus lectores. Se ve a menudo en las críticas que le llegan a la defensora del lector. Pero se ve especialmente en las redes sociales en los últimos meses.

 

 


En la redacción temor a un nuevo ERE
Hay una posible explicación a este giro ideológico de El País. La situación económica de PRISA. Tan complicada que sus verdaderos dueños son los bancos y las grandes empresas que son sus deudoras. "Lo que se dice en la redacción -nos comenta uno de los periodistas de El País- es que estamos defendiendo un régimen que se cae, en contra de la opinión de nuestros lectores.., defendemos el establishment". Indudable el acercamiento al Gobierno del Partido Popular, en informaciones y, de nuevo, aún más en las páginas editoriales.

¿Existe rechazo y protesta en la redacción de El País ante esta situación? Los periodistas reconocen que cada vez es menor. Por un lado porque el cambio generacional que se ha impulsado, y que la desaparición de Estafanía y Gallego Díaz tan bien ejemplariza, ha llevado a que se pierda la memoria de "lo que era y representaba el diario cuando era una referencia para la gente ideológicamente progresista", por otro, porque "existe un miedo muy real a que se produzca un nuevo ERE".