El presidente de la Generalitat, Artur Mas, durante la reunión que celebra hoy el gobierno catalán, antes de explicar su hoja de ruta tras la celebración del proceso participativo del pasado 9 de noviembre en Cataluña. EFE El presidente de la Generalitat, Artur Mas, durante la reunión que celebra hoy el gobierno catalán, antes de explicar su hoja de ruta tras la celebración del proceso participativo del pasado 9 de noviembre en Cataluña. EFE



Artur Mas ha pretendido lucir músculo con su consulta, en la que participaron, según los datos de la Generalitat, 2.305.290 ciudadanos; representan el 36,59% del censo elaborado para la ocasión. Conviene mirar con lupa los datos para comprobar si el Govern tiene razones para la euforia cuando eran 6,3 millones las personas llamadas a votar.

El conjunto de votantes de los partidos proindependencia
En primer lugar, no hay sorpresas: la cifra de personas que habrían echado la papeleta (2.305.290) no suma mucho más que el conjunto de los votantes de CiU, ERC, la CUP y SI -los partidos manifiestamente a favor de la independencia- en las autonómicas de 2012 (2.147.361 votos).

Hay que decir que el censo preparado por el Govern para este 9-N abrió las puertas a cerca de un millón de personas más que en las pasadas autonómicas, porque se permitió votar a los menores entre 16 y 18 años, que sumaron 134.000 personas, y a entre 800.000 y 900.000 extranjeros.

A favor de la secesión, el 29,55%
El porcentaje de personas que votaron a favor de la independencia fue el 29,55%. Un total de 232.182 (el 10,07% de los ejercieron el voto) optaron por el sí al Estado propio, pero no a la independencia; 104.772 (el 4,54% de los que participaron) votaron por el no a las dos preguntas formuladas.

Casi medio millón no votaron a favor de la independencia
Si a éstas sumamos los 22.466 votantes que respondieron sí a la primera pregunta y dejaron en blanco la segunda, y a los 12.986 que dejaron la papeleta en blanco, además de los 71.131 que quedaron incluidos en la categoría ‘otros’, un total de 443.537 personas no votaron por el sí-sí.

Mayor convocatoria en las zonas rurales
Si se analiza geográficamente, la mayor respuesta de convocatoria la obtuvo la Generalitat de Mas de las zonas rurales, que históricamente dan el voto a los nacionalistas. Apenas en 12 de las 41 comarcas catalanas se pudo superar el 50% de participación y sólo dos de ellas, Osona y El Berguedà, se encuentran en la provincia de Barcelona.

La mayoría independentista solo se alcanzó en ocho comarcas y en las zonas más pobladas de Cataluña, solo un tercio se mostró a favor de la secesión.

Barcelona, un espejo de las pasadas autonómicas
En la ciudad de Barcelona votaron 507.474 personas, de ellas optaron por el sí-sí 397.933, una cifra muy parecida al número de votantes que tuvieron en las autonómicas de 2012 en su conjunto CiU, ERC, la CUP y Solidaritat (380.687).

En resumen, los datos reflejan que la mayoría de los que acudieron a la consulta fabricada por Mas optarían por la independencia, pero quedan muy lejos de representar a la mayoría de los catalanes.

Los referéndum en otras regiones del mundo superan el 80% de participación
Si se tienen en cuenta referéndum en otras regiones del mundo, salvando las diferencias, ya que estos fueron legales y el propiciado por Artur Mas, no, el porcentaje de participación dista mucho de ser un éxito. El domingo pasado, la Generalitat dio un 36,59% de participación. En el referéndum celebrado en septiembre pasado en Escocia un 84,6% de los convocados acudió a las urnas y, por cierto, ganó el no con el 55,3%.

En las consultas efectuadas en Quebec, en 1980 y 1995, en los que también predominó el no a la independencia, las cifras de participación fueron en la primera cita del 85% y en la segunda del 93%.

En Croacia, en 1991%, acudieron a votar sobre la independencia el 83,56% de los convocados. En Montenegro, en 2006, en Sudán del Sur, en 2011, y en Timor Oriental en 1999, las cifras estuvieron entre el 85% y el 97% de participación.

[Para esta información se han tomado datos de los análisis de Ignacio Urquizu, profesor de Sociología de la Computense (El País), y de Daniel G. Sastre (El Mundo)]