Ante el clamor de la opinión pública y el clamor de su propio partido, el PP, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, ha pedido "perdón" por los casos de corrupción que asolan al país. Rajoy aprovechó la sesión de control al Gobierno que se celebra en el Senado para hacer una declaración pública sobre la corrupción. Tras la pregunta de una senadora del PSOE, María Chivite, sobre el aumento de la desigualdad y la pobreza desde que gobierna el PP, Rajoy tomó la palabra para hace runa declaración sobre "los últimos acontecimientos" que ha sacudido al país.

Perdón por la corrupción 'individual'
El presidente del Gobierno pidió perdón a los españoles por los escándalos de corrupción, pero acto seguido señaló que los últimos acontecimientos tenían como protagonistas a personas que  aprovecharon su cargo para su "enriquecimiento personal" y no para la financiación de sus organizaciones. En este sentido volvió a defender que no todos los políticos son corruptos y lamentó que actos como los cometidos por los últimos detenidos dañan injustamente la imagen de toda la clase política.

Acto seguido Rajoy comenzó a desgranar las propuestas que llevará el PP al Congreso para combatir la corrupción, relató que provocó los primeros abucheos.

Pide a los ciudadanos que confíen
Rajoy concluyó su declaración sobre la corrupción destacando que las instituciones funcionan, como lo demuestra el trabajo de la Guardia Civil, Policía y que la Justicia es independiente. Por ello pidió a los ciudadanos que confiaran en las instituciones, dado que se castigará a los corruptos.

El mensaje de Rajoy fue claro: es un caso de “corrupción individual” y no de financiación del PP, el mismo argumento que sostiene para el caso Bárcenas. En todo caso Rajoy si cambió en algo, sustituyó el consabido “dejemos trabajar a los tribunales” por pedir perdón, emulando la estela de Esperanza Aguirre en la rueda de prensa que ésta dio 24 horas antes.

Gritos de dimisión por primera vez
Rajoy se ha enfrentado hoy, por primera vez desde que es presidente del Gobierno, a escuchar los gritos de "¡Dimisión, dimisión!" que procedían de los bancos de sus rivales. Y es que la oposición reaccionó con indignación al alegato de Rajoy. En su réplica, la senadora socialista le reprochó con dureza que se haya negado a comparecer en el Congreso de los diputados hasta en nueve ocasiones para debatir de la corrupción.

Extremadamente duro fue el senador de Izquierda Unida, Jesús Iglesias, que antes de formular su pregunta sobre las devoluciones en caliente, reprochó al presidente del Gobierno que aprovechara la sesión de control del Senado para leer"un comunicado de prensa", cuando su obligación es comparecer en el Congreso y a los senadores no se les permite cambiar su pregunta sobre la marcha. Rajoy no se dignó a contestarle sobre este tema y se limitó a defender la política del Gobierno en las vallas de Ceuta y Melilla.