Este lunes, a las 20 horas acababa el plazo para que el Partido Popular 'ofertara' nombres con los que sustituir al dimitido presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique.  Y el PP ha cumplido con lo esperado, la imposición, y no la negociación, de un candidato. Se trata de José Antonio Sánchez, que viene avalado por su incontestable éxito al frente de Telemadrid, donde hasta ahora, y desde 2011, ha ocupado el cargo de director general, puesto homologable al que ahora ocupará en la televisión nacional.

José Antonio Sánchez lleva más de tres años al frente de Telemadrid, una etapa en la que la cadena pública ha seguido su tendencia ascendente hacia la manipulación y el partidismo favorable al Partido Popular, todo con un consecuente derrumbe de su audiencia. Anteriormente ya había sido director general de RTVE durante casi dos años, concretamente los últimos del Gobierno de José María Aznar, y en los que se produjeron las polémicas informaciones sobre el Prestige, el 11-M o la huelga general de 2002, que costó una condena a la televisión pública por manipulación. No en vano, Sánchez era el enlace entre Moncloa y los responsables de los informativos, entre ellos el denostado Alfredo Urdaci, de quien era el jefe directo en aquellos aciagos años.

Mínimas conversaciones
En los últimos días el PP y el PSOE han mantenido alguna conversación que no ha pasado, según han explicado fuentes socialistas a nuestro periódico, de un mero sondeo. El último de ellos el pasado viernes. El PSOE en todos estos contactos ha exigido que se devolviera el control del nombramiento del Consejo de Administración de la radiotelevisión pública al Parlamento como única fórmula para llegar a un candidato de consenso.

El PP rechaza negociar
Pero el PP, según hemos sabido, se ha negado en todo momento a la negociación. Su intención, según dijeron los populares a los socialistas, era tan simplemente renovar, y además en el periodo más breve posible, la figura del presidente.  Evidentemente, la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas, y de unas generales en las que el PP según todos los últimos sondeos, está sufriendo un importante derrumbe en la intención de voto.

La ley socialista
Durante el gobierno socialista se aprobó en el Congreso una ley de RTVE por la cual su consejo de administración necesitaba contar con dos tercios de los diputados. O lo que es lo mismo, por primera vez se superaba la relación RTVE-Gobierno, y el control de la televisión pública pasaba al Congreso. El resultado fue la RTVE entre 2007 y 2011, reconocida con audiencias y premios internacionales.

Cambio de la ley
A su llegada al poder, una de los primeros decretos impulsados por Moncloa, por interés de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, fue el de la modificación de esta situación. Así, la ley quedó modificada de forma que si en una primera votación el candidato a presidir RTVE no cuenta con la mayoría cualificada de dos tercios, en una segunda votación sólo necesita la mayoría simple. O lo que es lo mismo, la vuelta de la RTVE de Gobierno. Eso es lo que va a suceder otra vez esta semana, cuando el Congreso con mayoría absoluta del PP imponga su candidato.