El exdirector de 'ABC' José Antonio Zarzalejos



En la caída de Gallardón significativos los artículos, este martes, del exdirector de ABC José Antonio Zarzalejos, opinador de la derecha moderado, y de Federico Jiménez Losantos, que se venga del dimitido ministro por “enterrar”, según dice, “el 11-M” que el periodista pretendía mantener vivo a base de conspiranoias. Zarzalejos, en cambio, lanza sus críticas contra Rajoy, a quien describe como un “asesino político en serie”, que “se cargó el Partido Popular en el momento histórico más febril de los últimos treinta años: en plena crisis de Estado”.

Las "puñaladas traperas de Rajoy"
En un artículo en El Confidencial, Zarzalejos, por cierto a quien Losantos boicoteó desde la COPE por su negativa a seguir el juego de los conspiranoicos del 11-M, recupera lo vivido en el PP en enero de 2008, cuando, según afirma, “Rajoy asestó a Alberto Ruiz-Gallardón la primera de sus puñaladas traperas”, por negarse a llevar al entonces alcalde de Madrid en las listas de las generales de marzo de aquel año.

El arma Aguirre usada por el líder popular
Rajoy lo hizo -apunta Zarzalejos- “con armas y bagajes, Esperanza Aguirre, damnificada ahora igualmente por el presidente del Gobierno, a quien ha convertido en una política-espectáculo para marujas y vecindonas”.

“En la coartada de que la aristócrata ponía pies en pared se refugió el pontevedrés para quitarse de encima las aspiraciones del edil madrileño. Rajoy, que sabe de fútbol mucho, buscó el empate: ni para Esperanza, “ni para ti, Alberto, aunque ya sabes que te prefiero”, añade el exdirector de ABC.

La operación de Pedro J., Losantos, Rouco
Zarzalejos recuerda que aquello provocó el primer “amago” de dimisión de Gallardón, y  “le dolió a Rajoy. Pero no tanto como la conspiración de la propia Aguirre con Pedro J. Ramírez, Federico Jiménez Losantos (entonces en la todopoderosa COPE) y el cardenal Rouco-Varela para darle verduguillo en la noche electoral (9 de marzo de 2008) y, luego, en el Congreso de Valencia (junio de 2008)”, recuerda el periodista.

“De no ser por algunos barones populares de la periferia –entre ellos Paco Camps, que deambula en el purgatorio del olvido–, Rajoy no hubiese salido vivo de la calle Génova aquella noche electoral”, puntualiza.

Gallardón, del lado del "corcho" Rajoy
Gallardón se puso del lado del “superviviente”, el “corcho”, Rajoy, hasta el punto de defender a capa y espada la ortodoxia, pero no ha tenido el apoyo del Gobierno, a pesar de que “nada de lo que ha hecho Gallardón y nada de lo que ha dejado de hacer –incluso las traiciones al programa electoral de su partido– le son atribuibles por entero (…) Comparte la responsabilidad con el Gobierno y, especialmente, con su presidente”.

El ministro estaba fuera del núcleo duro
Zarzalejos destaca que el ministro era un ser extraño en el Consejo de Ministros. “Sus despachos habituales no eran con Rajoy, sino con la vicepresidenta –que se distinguían con un mutuo distanciamiento– y por mucho que el ministro trataba de que su gestión de plastilina complaciese al presidente y a Moncloa, nunca estuvo en el núcleo duro del Gobierno”. Cita Zarzalejos para ilustrarlo que el día antes de la abdicación del Rey Juan Carlos, el ministro de Justicia lo ignoraba.

"Rajoy lo asesinó por segunda vez"
“Ayer por la mañana, Rajoy introducía por el espacio intercostal derecho del ya exministro su daga florentina. Y lo asesinaba por segunda vez después de una primera hace más de seis años en la sede popular de Génova (…) La puñalada ha sido certera porque no le dejaba a Gallardón margen alguno”.

El asesino político en serie
“’Ya están todos los de la lista’, podrán notificarle al presidente del Gobierno los miembros de su oficial mesa camilla. No está Aznar, no está Aguirre, no está Álvarez Cascos, no está Rodrigo Rato, no está Manuel Pizarro, no está Pedro J. Ramírez, no está Rouco Varela y, entre otros desaparecidos en combate, tampoco está Gallardón. Ha sido una buena labor de carnicería política; han despiezado bien el cadáver y han exhibido sus despojos con la sutil crueldad de ir haciéndolo poco a poco”, describe Zarzalejos, que califica a Rajoy de “killer político en serie, el tipo más peligroso de la política española después de José Bono. Que ya es decir. Por eso, Esperanza Aguirre, muy previsoramente, se encomienda a la divina providencia”.

Losantos, a lo suyo, se desquita de Gallardón

Jiménez Losantos, en su programa de esRadio



En El Mundo, Federico Jiménez por esta vez deja descansar a Rajoy y centra sus ataques a Gallardón, a quien describe como “un farsante”, el “peor alcalde de la historia de Madrid –9.000 millones de euros de deuda, la mitad de toda la deuda municipal de España”

"Yo padecí su despotismo"
Recuerda que prometió acabar con la politización de la Justicia y terminó pactando “una ley para el CGPJ aún más politizada y corrompida que la anterior”. “Yo, que he padecido el despotismo de Gallardón en los tribunales por el delito de opinión de oponerme a su vil proyecto de enterrar el 11-M, defendí aquí mismo, en estos comentarios, el proyecto gallardonista, porque suponía el fin de la corrupción partidista de las instituciones”, escribe Losantos. “Pero Gallardón no es decente, políticamente hablando, ni por error”, añade.

¿Respeto a los electores?
Losantos también reprocha a Gallardón “la claudicación” ante ETA y que luego se “sacara una Ley del Aborto que iba mucho más allá de la promesa genérica de cambiar la ley de plazos de ZP y volver a la de supuestos de Felipe... y Aznar”.

“Gallardón ha hecho grandes discursos contra la eutanasia –como si fuera lo mismo– pero por la misma razón que hizo la ley, un cálculo electoral equivocado, Rajoy se la ha cargado. Y Gallardón no ha tenido más remedio que irse… un ratito. ¿Por respeto a los electores? Nunca se lo ha tenido. ¿Que deja la política? Cuando deje de respirar”, apunta Losantos.