“En diez minutos estamos juntos, te echo mucho de menos”. Son palabras que podrían dedicarse dos amigos íntimos en cualquier lugar y sobre las que nadie tendría nada que objetar, salvo que en el caso que nos ocupa fueron dichas por el empresario Enrique Ortiz a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.

Castedo ha negado una "amistad íntima"
Una nuevas grabaciones telefónicas, difundidas por La Sexta, desmienten a la alcaldesa popular, que ha negado una “amistad íntima” con el constructor, al que, según las investigaciones de los casos Brugal y Rabassa, pudo beneficiar con proyectos urbanísticos desde el Ayuntamiento de Alicante, que sigue presidiendo aún después de estar doblemente imputada.

"Se nos han olvidado las chanclas en tu barco"
“Dime cariño”, responde Enrique Ortiz a Castedo en una de sus llamadas. “Mira, que tenemos un pequeño problema… se nos han olvidado las chanclas en tu barco”, le responde Castedo.

La influencia del constructor en las decisiones del Ayuntamiento
Las conversaciones desvelan la influencia del constructor sobre el exalcalde de Alicante Díaz Alperi, imputado en el caso Brugal, y sobre su sucesora en el puesto, Castedo. Ortiz mandaba tanto que llegó a presionar a la responsable de Gabinete de Urbanismo, Isabel Campos, para que llevara al pleno municipal el proyecto de Rabassa, sobre la construcción de Ikea en la ciudad. “Tiene que ir al próximo pleno”, dice el empresario, a lo que Campos: “Pues entonces tenemos que correr”.

“Todo es un tema financiero. A mí qué más me da empezar un año que después… estamos hablando de un huevo de millones”, dice Ortiz. “No te quejes tanto coño, ya quisiera estar yo como tú”, responde Isabel Campos. “Bueno, cariño mío, trabaja para mí un poco”, zanja el empresario.



Ortiz se ofreció a pagar la defensa del Ayuntamiento

En otra de las grabaciones, se puede escuchar a Ortiz preocupado porque la Delegación de Gobierno amenaza con frenar el proyecto Rabassa, por lo que el constructor se ofrece para pagar la mejor defensa al Ayuntamiento.

El juzgado de instrucción número 6 de Alicante se encarga del caso Rabassa, que investiga el pelotazo urbanístico del IKEA, y de las acusaciones de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación contra la alcaldesa.