Un gesto más del Papa Francisco impregna al Vaticano de aires nuevos y un esperanzador talante progresista, al revocar la suspensión a divinis  impuesta hace 30 años ya al sacerdote nicaragüense Miguel d´Escoto, 81 años, vinculado a la revolución sandinista que el pontífice Juan Pablo II no veía con buenos ojos. D´Escoto había pedido a Francisco volver a celebrar la Eucaristía antes de morir. Otro cura nicaragüense castigado por los mismos hechos, el poeta Ernesto Cardenal, declaraba ayer que no pediría indulgencia al Papa porque su vida religiosa es contemplativa.

Medios ligados a la Teología de la Liberación como es ADITAL han saludado con alegría esta decisión del pontífice refiriendo que es un gesto que expresa tiempos más progresistas para la Iglesia Católica. El Papa ha anunciado la revocación de la suspensión a divinis de Miguel d´Escoto quien durante tres décadas no ha podido por tanto celebrar misa, confesar ni impartir los sacramentos.

Contra la dictadura de Somoza
D´Escoto apoyó el movimiento sandinista en Nicaragua en la pugna por el derrocamiento de la dictadura de los Somoza. En 1979 triunfó la revolución y el cura fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores, cargo que ejerció durante diez años.

Cuando Ratzinger dirigía la inquisición
Ya en los años 80 el Papa Juan Pablo II y el cardenal Joseph Ratzinger su prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe (antiguamente denominada Inquisición)  que después sería elegido por la curia cardenalicia pontífice con el nombre de Benedicto XVI, impusieron  la suspensión a d´Escoto cuya vinculación con la Teología de la Liberación era manifiesta.

Castigado por sandinista
Para el clero ligado a esta corriente progresista el sacerdote nicaragüense fue castigado por su militancia política y por pertenecer a un gobierno, el sandinista, enfrentado con Estados Unidos. No hay que olvidar que Nicaragua en esa época, llegó a denunciar a EEUU ante el Tribunal  Penal Internacional de La Haya por bloqueos militares. La decisión del TPI fue favorable al país centroamericano, si bien con escaso éxito en la práctica.

Celebrar la Eucaristía antes de morir
En los años 70 d´Escoto fundó la editorial Orbis publicando obras sobre espiritualidad, teología y temas actuales sobre todo con especial atención al Tercer Mundo. Perteneciente a la congregación misionera Maryknoll el cura suspendido escribió este año una carta al Papa Francisco relatando su deseo de celebrar de nuevo la Eucaristía antes de morir.

Francisco respondió de inmediato
Relata Adital que Francisco no perdió tiempo en responder  y además  de aceptar la revocación de la suspensión, pidió al principal prelado de la congregación que inicie que ponga en marcha cuanto antes el proceso para que el sacerdote se reintegre plenamente en la iglesia.

Cardenal también suspendido
Junto a d´Escoto, el Vaticano sancionó en los mismos términos a otros dos sacerdotes nicaragüenses.  Fueron el jesuita Fernando Cardenal a quien en 1996 se revocaría la suspensión, y su hermano Ernesto que hasta la fecha sigue suspendido. Ernesto Cardenal fue incluso amonestado de manera pública por Juan Pablo II en la pista del Aeropuerto Internacional de Managua en 1983.

Juan Pablo II le amonestó en público
Fue una escena impactante recogida por las cámaras de televisión, cuando Juan Pablo II apuntó con el dedo al entonces ministro de Cultura. Ernesto Cardenal, arrodillado, escuchó al pontífice recriminarle por sus actividades políticas.

“Me quité la boina y doblé la rodilla”
El poeta y sacerdote: “Fue dando la mano a los ministros, y cuando se acercó a donde mí hice lo que en ese caso había previsto hacer, alertado ya por el Nuncio: y fue quitarme reverentemente la boina, y doblar la rodilla para besarle el anillo”.

No permitió que le besara el anillo
"No permitió él que se lo besara, y blandiendo el dedo como si fuera un bastón me dijo en tono de reproche: 'Usted debe regularizar su situación'. Como no contesté nada, volvió a repetir la brusca admonición. Mientras enfocaban todas las cámaras del mundo”.

No pedirá indulgencia
Ernesto Cardenal que tiene ya 89 años, declaraba este jueves a la agencia Notimex que descartaba pedir la indulgencia al Papa Francisco para levantar la suspensión a divinis porque su vida sacerdotal es "contemplativa".

Su vida es contemplativa
‘Mi vocación no es esa: de administrar los sacramentos, mi sacerdocio es de otro tipo, por eso es que yo no necesito gestionar el levantamiento de la sanción’, dijo  porque considera que su vida está dedicada a la oración, aislada, similar a la que vivió en el monasterio.

“Este Papa es un milagro”.
El teólogo ha expresado repetidas veces su esperanza en Francisco. La última el pasado 22 de julio. Cuando fue galardonado en Berlín con el premio alemán de la paz que se entrega por una vida de compromiso social, Cardenal declaraba a la emisora Deutsche Welle; “es un gran cambio, es un milagro. Este Papa ha cambiado todo desde que llegó al Vaticano. Ha renunciado a vivir como Papa”.