Hace una semana, los ministros José Manuel Margallo y Ana Mato firmaban un convenio con el Gobierno ruso, abiertamente perseguidor de la homosexualidad, para desbloquear las adopciones entre los dos países, con la condición de que ningún niño ruso acabe con una pareja homosexual, que deberían tener los mismos derechos que las heterosexuales. Ahora, a la vista de que dicho convenio tiene que ser ratificado por el Congreso de los Diputados, la presidenta del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM), Esperanza Montero, ha dirigido una carta a los parlamentarios pidiéndoles que se abstengan en la votación “porque España no puede ser cómplice de la LGTBfobia de Estado que se practica en Rusia”.

Esta es la carta íntegra que está difundiendo COGAM:
Estimada/o portavoz o presidente/a de grupo parlamentario,

En los últimos meses las familias LGTB y las personas solteras hemos esperado con miedo un convenio de adopciones con el Estado de Rusia que sabíamos iba a restringir nuestros derechos constitucionales y legales, y así ha sido.

Hace unos días conocíamos que ese convenio excluía en el derecho a la adopción en aquel país a familias LGTB y a personas solteras. Quiero expresarte, en mi nombre y en el de la organización a la que represento, la repulsa que supone una acción política que vulnera los derechos humanos y va contra los valores democráticos recogidos en nuestra constitución.

Somos conscientes de la incertidumbre que están sufriendo muchas personas debido a este convenio, entre otras cosas porque nuestras familias son víctimas también de tal incertidumbre. Tenemos presente la situación que viven las y los menores en Rusia, en especial menores lesbianas, gais, trans y bisexuales, no pudiendo expresar con libertad su orientación sexual o identidad de género, y siendo educadas y educados en la intolerancia y persecución hacia las personas que pertenecen a nuestro colectivo.

Sabemos que en breve este convenio pasará por el Congreso de los Diputados para su validación. Queremos denunciar la falta de compromiso del gobierno de España con los Derechos Humanos al haberlo aceptado sin contemplaciones y, por tanto, excluyendo a gran parte de la ciudadanía española.

Desde COGAM queremos pedirle a tu grupo parlamentario que el voto sea la abstención. La abstención porque España no puede ser cómplice de la LGTBfobia de Estado que se practica en Rusia, ni de aprobar un convenio internacional de dudosa constitucionalidad. Pero a la vez, somos conscientes de que esos niños y niñas que esperan un futuro mejor, van a estar mejor educados en un país donde la igualdad legal es casi plena y hay un grado muy alto de aceptación y respeto hacia las personas LGTB.