Mariano Rajoy el día que compareció en el Congreso por el caso 'Bárcenas' alegando "confianza" equivocada y la infanta Cristina, imputada por delito fiscal y blanqueo en la sociedad que comparte con su marido / Fotos EFE



En el auto de la semana pasada en el que mantiene la imputación de la infanta Cristina, el juez José Castro sostiene que habría sido “cooperadora” de los dos delitos fiscales cometidos por su marido en los ejercicios 2007 y 2008 a través de Aizoon, sociedad que comparten al 50%. Además le atribuye un delito de blanqueo por pagar sus gastos personales con el dinero público obtenido irregularmente y desviado a su sociedad familiar.

"Se le podrá reprochar, tal vez, una actuación en exceso confiada"
Este miércoles el equipo de abogados de la infanta liderado por Miquel Roca han presentado un recurso para reclamar el levantamiento de las imputaciones porque considera que carece de fundamentos. En el recurso, del que se ha hecho eco EFE, Roca y el abogado Jesús-María Silva alegan "ausencia de indicios racionales" contra la hermana del Rey y aseguran que "la pretensión de mantener a toda costa la imputación parece haber tenido mayor peso que una estricta aplicación de la ley" en el auto de Castro. Hablan de "fragilidad" en las conclusiones del juez así como que ha hecho una interpretación "forzada" de los tipos delictivos para imputárselos a la infanta, de la que dicen que no tenía conocimientos de contabilidad. Pero el grueso de la argumentación exculpatoria es que la infanta actuó "siempre con la mayor confianza en el buen hacer de su marido" y sentencian: "Se le podrá reprochar, tal vez, una actuación en exceso confiada -aunque tal confianza sea lo más común en la relación matrimonial- pero de ningún modo la voluntad preconcebida de ignorar por motivos espurios la naturaleza de la gestión de su esposo". A la "absoluta confianza" se añadía "una absoluta falta de la capacidad de sospechar siquiera que se podía estar incurriendo en alguna irregularidad".

Rajoy, un pionero a la hora de cerrar los ojos
En los últimos tiempos, Mariano Rajoy ha sorprendido por mostrar su absoluta "convicción" en la inocencia de la infanta, lo cual no debería tranquilizar mucho a ésta porque ya se expresó en términos similares sobre el extesorero del PP Luis Bárcenas. Pero además de las razones institucionales, el presidente de Gobierno puede tener otras motivaciones para mojarse tanto en este caso. Él mismo es un pionero de la 'confianza ciega' como argumento para librarse de las responsabilidades políticas del caso Bárcenas y de la Gürtel -las investigaciones incluyen capítulos como las cajas B generalizadas en el partido de las que habla el extesorero, los sobresueldos en negro, si la sede de Génova 13 se abonó con dinero ilícito o si hubo financiación ilegal en campañas electorales del PP en la Comunidad Valenciana y en municipios de Madrid-. Además, la organización arropó económicamente hasta 2013 a los principales imputados, el extesorero y Jesús Sepúlveda, que fuera responsable del Área Electoral del PP. La sombra de las facturas falsas llega hasta la campaña de las generales de 2004 con Rajoy como protagonista.

Cuando por fin se decidió a comparecer en el Congreso para dar explicaciones sobre la corrupción en su partido, Rajoy se lavó las manos con aquello de que su equivocación fue "confiar" en Bárcenas.



Mismo argumento para defender a Mato
La misma línea argumental fue utilizada en el PP para defender a Ana Mato cuando salieron a relucir los regalos que la Gürtel le había hecho a su familia. Su exmarido Sepúlveda emitió un comunicado diciendo que Mato era ajena a sus actividades económicas, y la ministra de Sanidad, que ocupó la vicesecretaría de Organización de su partido, aseguró que nunca detectó nunca nada irregular en las cuentas en su hogar. El portavoz del grupo popular en el Congreso, Alfonso Alonso alegó para defender a la ministra que "las mujeres que son engañadas por sus maridos no son tontas y no tienen que pagar tampoco por lo que ellos hagan".