Imágenes de La Sexta de Luis Bárcenas en la cárcel



El mayor problema de Bárcenas es que sabe demasiado. Es la tesis del periodista Raúl del Pozo en su columna de la contraportada de El Mundo, en la que sostiene que para él no hay trato de favor porque el PP no le ve ya una amenaza. El peligro de las cintas con las que intentó chantajear a sus antiguos compañeros de partido, incluido el presidente del Gobierno, e, incluso, los papeles de la contabilidad B, argumenta, parecen haberse quedado en agua de borrajas. Y subraya el columnista:  el extesorero popular es el único “rejado” por delito fiscal y blanqueo” y no tiene “ni siquiera el consuelo de que le acompañe por el patio Iñaki Urdangarin”.

El enemigo número uno
Raúl del Pozo no entiende cómo un años después sigue enchironado a pesar de haber colaborado con la justicia. Él lo tiene claro: el forrado exsenador del PP, para Del Pozo, Luis, sigue “emplantillado como el enemigo número uno”. La idea es, según Del Pozo,  “que pierda la memoria”, una vez que “el piolet del montañista con las grabaciones de Génova ya se ha oxidado”.

“En el juzgado de Ruz se tramitan las hazañas de grandes estafadores y defraudadores y a ninguno lo sometieron a medidas cautelares. ¿Por qué tiene tan mala potra el contable?”, se pregunta Raúl del Pozo.

Partes por mal comportamiento
Añadido a toda esta situación, Bárcenas bate también records en sanciones. Un año después de su ingreso en prisión acumula una sanción de 140 días y varios partes, según recuerda hoyVozpópuli.

Uno de esos partes, por enfrentarse en enero pasado a un funcionario de la prisión que le pidió le diera el número de teléfono al que había telefoneado desde la cabina de la cárcel. "Ya estoy harto, esto lo hacen para tocarme los cojones", contestó Bárcenas, liándola. “El responsable de esto es un subnormal profundo, un idiota y un incompetente… No me refiero a ustedes, que hacen su trabajo", siguió el extesorero, dando más razones al funcionario para rellenar el parte.

Golpes y voces en su celda
Bárcenas no ha sido un preso dócil desde el comienzo. Sólo dos días después de entrar cuando iba a ser trasladado al Hospital Gregorio Marañón de Madrid para ser tratado de un problema de alergia, se enfrentó al conductor del furgón policial porque le llevaban esposado con las manos en la espalda, como estipula el reglamento.

Subió al furgón protestando y una vez en él "empezó a dar golpes y a manifestar a voces su disconformidad". Los funcionarios dejaron constancia de ello en su parte.
Finalmente, Bárcenas manifestó su deseo de no ir al hospital y cuando le advirtieron de que se había ganado un parte disciplinario, les espetó: "Bien, bien, como si me quieren meter cuatro o cinco. Y llevarme a aislamiento también. Me da igual. Esto es inhumano".

Los agentes dieron cuenta en el parte de lo sucedido cuando Bárcenas volvió a su celda: "Una vez dentro del módulo de ingresos, el interno se muestra muy alterado y dando voces se dirige a los agentes insultándoles de la siguiente manera: sois unos chulos, quitarme los grilletes ya, vaya chulería tienen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado". Tras retirarle los grilletes, el extesorero prosiguió con los improperios y amenazó a los agentes con denunciarles: "Mira cómo tengo las manos de los grilletes. Sois unos chulos, me he quedado con vuestro número, os voy a denunciar".

140 días sin salir al patio
Después de ese incidente, la dirección de la cárcel optó por sancionarle con 140 días de privación de paseos por el patio de la cárcel, un castigo que hasta hace poco ha impedido al extesorero salir al espacio abierto de su módulo. "Aquella sanción no fue sólo por el incidente del traslado al hospital, sino porque ya para entonces acumulaba en su expediente disciplinario varios partes por mal comportamiento", según explicaron fuentes penitenciarias.

El día a día de Bárcenas
El extesorero del PP se muestra irascible y nervioso con los funcionarios, pero mantiene una relación correcta con sus compañeros en prisión y les ayuda con cosas como rellenar algún escrito e, incluso, les regala ropa. Eso sí, es ahora más desconfiado después de que fuera grabado clandestinamente en la prisión y las imágenes fueran emitidas por La Sexta.