Isabel Carrasco y Monserrat Triana en una rueda de prensa



Una reunión en el verano de 2010 entre Triana Martínez y la entonces presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, fue la que desencadenó la guerra abierta entre las dos mujeres. Hubo gritos de ambas partes y cuando salió del despacho de la política popular la joven estaba convencida de que sus días en la Diputación “estaban contados”. ¿Cuál fue el motivo de aquella fuerte discusión? Según la investigación del digital iLeon.com, contratos del área de tecnología que llevaba Triana, adjudicados a dedo, por Carrasco a la empresa donde trabajaba entonces su pareja sentimental.

Una estrecha amistad
Carrasco y Triana mantenían hasta aquel verano de 2010 una relación de amistad personal, complicidad, plena afinidad política y mucha confianza. Fuentes consultadas por el citado diario han confirmado que aquel vínculo se rompió de manera abrupta.

Sus días contados en la Diputación
Tras aquella reunión, Triana "no dudaba en repetir que tenía los días contados" en su puesto como técnico por el que cobraba desde 2007 34.000 euros brutos al año.

Triana estaba segura de que conseguiría la plaza
En declaraciones a la jueza que instruye el caso del asesinato de Carrasco, Triana ha asegurado que tenía todo a su favor para sacar la plaza de funcionaria en la Diputación. "Me llamaban de Personal para explicarme cómo iba el proceso de selección", ha precisado.
Llevaba en el puesto desde mayo de 2007, tres meses antes de que Isabel Carrasco se hiciera con la presidencia de la Diputación.

Carrasco reclamó un dinero a Triana
La prueba se tenía que haberse realizado el 17 de noviembre de 2010 en el complejo de San Cayetano de la Diputación pero se pospuso repentinamente, seis días antes. Se celebró el 18 de enero de 2011 y en forma de test. Triana sacó una nota de 2,27 puntos.

Carrasco no tuvo bastante con esto y meses después ordenó revisar todas las nóminas que había percibido e inició un expediente por el que reclamaba a la joven 11.046 euros alegando que los había percibido de más cobrando un complemento de exclusividad que habría contravenido realizando trabajos al margen de la Diputación.

Los tribunales le dieron la razón a Triana Martínez, aunque por un defecto de forma, pero Carrasco no dio su brazo a torcer y siguió reclamando a la joven el dinero aduciendo que los pagos recibidos por la técnico lesionan a la Diputación y "perjudica al interés provincial".

Lo que había detrás, según esta investigación
Triana Martínez, en su declaración ante la jueza, criticó los contratos a dedo adjudicados por la dirigente popular a la empresa de Rosa Nieves Rodríguez Maraña, la alcaldesa del PP en Maraña, Isfere SL, donde trabajaba la pareja sentimental de Carrasco. El PSOE denunció entonces esas presuntas irregularidades y calculó que los contratos alcanzarían los 200.000 euros

Jesús, el novio
Carrasco se habría saltado el procedimiento de concurso público, según la investigación del citado diario. "Isabel me pedía los gastos en el sentido de telecomunicaciones y de informática de otras comunidades. Luego sacaba concursos en contratación para dar páginas web por procedimientos negociados que no necesitan concursos públicos. Los adjudicaba a la empresa de su novio o de la alcaldesa de Maraña, por 20.000 o 25.000 euros cuando pueden costar como mucho 4.000. El novio de Isabel sé que se llama Jesús, no sé más datos ", declaró la joven ante la jueza.