Cuadruplicaron el precio de salida
Se subastó un lote de 43 documentos, copias de las cartas que el escritor envió desde la cárcel de San Marcos (hoy Parador Nacional) a dos jesuitas amigos suyos, el padre Pedro Pimentel y Juan Antonio Velázquez, con quienes compartía las noticias que recibía, su interés por la literatura y la vida política, explicaron desde la casa de subastas. Salieron a subasta con un precio inicial de 5.000 euros y fueron vendidas a un particular, cuya identidad no se facilita, por 20.000 euros. O los documentos no fueron relevantes para el Ministerio de Educación y Cultura que dirige José Ignacio Wert, o 20.000 euros les pareció excesivo por unas cartas en las que Quevedo refleja opiniones políticas, literarias, filosóficas, críticas a la Corte y también a la Compañía de Jesús. En cualquier caso sin duda los documentos estarían mejor en la Biblioteca Nacional y en manos del Estado español.
Únicas copias conocidas
Las cartas fueron copiadas en un colegio jesuita y, salvo el Manuscrito de Aobar que está en el Hispanic Society, podrían ser las únicas existentes. En ellas Quevedo no solo relata sus pensamientos, sino su vida diaria en prisión, las visitas que recibía y las noticias que le llegaban de la Corte. Muchos de esos textos se consideraron en la época ofensivos para el Gobierno, la corte, gremios profesionales o destacadas familias de la época, muy en la línea de la dura sátira que fue seña de identidad de uno de los escritores más importantes del Siglo de Oro español.
