Está que se sale, la presidenta del PP en Madrid arremete ahora contra los maestros a los que simple y llanamente acusa de ignorantes. Después de aparcar su coche en el carril bus, negarse a dar la documentación a la Policía, darse a la fuga y arrollar la moto de un agente y después de afirmar que los antitaurinos lo son por antiespañoles, ahora ataca a una pieza clave del sistema educativo: los maestros y su prestigio. Desde la tribuna que publica semanalmente en el diario ABC, pretendía defender la propuesta del Presidente madrileño, su heredero Ignacio González, de que cualquier titulado universitario pueda ser maestro. Y para defender esta propuesta no se le ocurre otra cosa que deslegitimar a los maestros y su cualificación.

No conocen lo que debe saber un niño de 12 años
Esperanza Aguirre afirma que los maestros se presentan a las oposiciones sin dominar las materias que debe saber un niño de 12 años, para sostener a continuación que uno de los graves problemas de la educación española es que los maestros no dominan "las materias que luego tendrán que enseñar”. Para Aguirre las oposiciones que se deben aprobar no son un buen sistema para seleccionar a profesores y maestros, porque por culpa de las "presiones de los sindicatos" se tiene demasiado en cuenta el tiempo que "los aspirantes ha estado en colegios como interinos". Esperanza Aguirre lo tiene claro, todos los males de España son culpa o de Zapatero o de los sindicatos. El PP es la perfección absoluta, incluyendo todos los consejeros imputados en Gürtel que tuvo ella bajo su mandato como presidenta de la Comunidad de Madrid.

La lideresa estima que es un auténtico problema que los maestros lleguen a serlo "sin haber tenido que demostrar nunca que dominan las materias que tienen que enseñar".

La solución: el PP
Y como la culpa de todos los males que asuelan a España es de la izquierda, Esperanza Aguirre afirma que hay una solución, la Ley de Mejora de la Calidad Educativa de Rajoy. La misma Ley que vuelve a poner la religión católica al mismo nivel académico que las matemáticas y la misma que establece normas para que los alumnos más desfavorecidos sean expulsados lo antes posible del sistema educativo. La filosofía de esa Ley es que la educación debe ser para las élites. Y esa Ley es la esperanza de Aguirre, aunque reconoce que los cambios que ella propone para los profesores pueden ser difíciles de lograr porque "no dependen solo de la Leyes", sino que juegan un papel fundamental los profesores. En definitiva, que si la reforma educativa de Rajoy no mejora la enseñanza no será por culpa de la Ley, sino por culpa de la izquierda y de los profesores que no quieren cambios.

Y por si esto no fuera suficiente afirma que los maestros y profesores no hacen el suficiente caso a sus alumnos. La lideresa afirma que los profesores son la pieza fundamental porque son los que están en las aulas con los alumnos "a los que, por cierto, los pedagogos hacen bastante poco caso". O sea, que para la presidenta del PP de Madrid, los maestros además de ignorantes son indolentes. Por cierto, Aguirre debería saber que hay pedagogos que no son maestros y viceversa.