Era cuestión de tiempo que tanto las agencias de calificación como los centros financieros comenzaran a situar el foco de alarma sobre la elevada deuda pública española. La razón es sencilla, en solo dos años de gobierno de Rajoy la deuda pública ha crecido tanto como durante los ocho años de Gobierno de Zapatero, crisis incluida. Hay una herencia recibida que perjudica mucho a Rajoy: Zapatero dejó la deuda pública en el 67% del PIB y ahora roza el 100%. tanto el Gobierno como la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional dan por hecho que superará esa cota histórica el año que viene.

Aumentar deuda para reducir déficit
El Gobierno de Rajoy ha recurrido a un truco, tanto el plan de pago a proveedores como el plan de liquidez a Comunidades Autónomas se cargan a deuda pública para que no dispare el déficit, pero al final es dinero que España pide prestado en las subastas que acude el Tesoro y que hay que devolver. Ya en los Presupuestos Generales del Estado se contempla la mayor partida de la historia reciente solo para pagar deuda.

Pero además fondos, gobiernos y medios de comunicación extranjeros saben que Rajoy a disparado la deuda pública después de haber recortado 73.000 millones de euros del presupuesto y haber disparado los impuestos, luego algo falla en la gestión o sencillamente la economía no tira como debiera.

Moody's: será "difícil y doloroso"
La agencia de calificación señala que la economía va por la senda correcta (es firme defensora del austericidio), pero ya coloca la lupa en la deuda y avisa de lo que va a venir: más recortes. Concretamente el informe de Moody's asegura que la deuda pública seguirá creciendo hasta el 2016, advierte que por culpa de un "prolongado período de baja inflación" será "difícil y doloroso" reducirla.

Además la agencia afirma que la necesidad de desendeudamiento de todos los sectores de la economía española (públicos y privados) "limitará la velocidad de la recuperación".

The Economist pinta un panorama muy negro
El último número de The Economist se publicó en plena Semana Santa española e incluye un análisis duro sobre la situación de la deuda soberana de la periferia europea, es decir considera que la prima de riesgo de los países del Sur está artificialmente baja y su situación es un espejismo. Concretamente la prestigiosa revista considera que los tipos de interés históricamente bajos (a cero en Estados Unidos y Reino Unido y al 0,5 en la zona euro), así como el temor a la deflación en la zona euro, lleva a los inversores a comprar deuda de España, Italia, Grecia o Portugal porque pagan mayores intereses.

Lo que explica es que los tipos de interés que paga el Tesoro por emitir deuda siguen siendo los más altos del mundo desarrollado, mientras que en España el Gobierno consigue colar titulares de gran demanda o el interés más bajo desde 2011. No se compara con los demás.