Inmune quedará el cardenal Sebastián por la duras y homófobas palabras pronunciadas contra el colectivo gay al calificarlos prácticamente como enfermos. Como informó ELPLURAL.COM el fiscal incoó diligencias el pasado enero después de la denuncia interpuesta por la Confederación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales Colegas que consideraban que las declaraciones de Sebastián atentaban contra la legislación española que protege como derecho fundamental la dignidad y la no discriminación.

Homsexualidad y deficiencia
Sebastián afirmó en una entrevista al diario Sur de Málaga que "señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado". Tras la polémica levantada el Obispado de Málaga quiso quitarle importancia el asunto consciente de que la metedura de pata era de gran dimensión.

No constituyen delito

A pesar de lo ofensivo de estas palabras el ministerio público ha acordado el archivo al entender que las declaraciones no son constitutivas de delito y que "no tenía en absoluto como finalidad la difusión de un discurso de odio, según se desprende del tono, contenido y contexto de las mismas". El fiscal destaca que al principio de la entrevista el cardenal literalmente habla de "respeto, acogida y afecto al homosexual", por lo que "difícilmente" unas manifestaciones en las que se habla de acogida y afecto pueden entenderse como creadoras de un clima de discriminación y odio.

Palabras "muy desafortunadas"
La Fiscalía también destaca que el propio cardenal en la entrevista aclara que lo que afirma lo hace "a su modo de ver", sin pretensión de certeza científica y "dentro del magisterio de la Iglesia". Tras el estudio de las palabras del cardenal, el fiscal subraya que por muy desafortunadas que sean las palabras emitidas, ni se tenía conciencia de que las mismas podrían resultar ofensivas para el colectivo afectado ni, en ningún caso, había ánimo de ofender al prójimo.

Derecho a la libertad religiosa
Por ello, el ministerio público considera que las expresiones están amparadas por el derecho a la libertad de expresión por "carecer de la gravedad o intencionalidad necesarias para entender lesionado el derecho al honor". Destaca también que en este caso, "entra en juego otro derecho fundamental", el derecho a la libertad religiosa y de culto, ya que sus declaraciones se mantenían estrictamente en el terreno de la moralidad católica, y que dicha referencia está dispuesta en el Catecismo de la Iglesia Católica.