Los movimientos en torno a las fronteras de Ceuta y Melilla siguen marcando buena parte de la actualidad despues de que este martes el ministerio de Interior anunciara que 500 subsaharianos habían saltado la valla y que va a reforzar el contingente de seguridad con 100 policías antidisturbios y 20 guardias civiles. Los saltos a la valla con concertinas no evitó los intentos de saltarla y produjeron severos daños en algunos inmigrantes -algunas de las imágenes difundidas son muy impactantes-.

Entre el maratón de Nueva York y la verja de El Rocío
Pero tras esas terribles imágenes y a pesar del alarmismo de Interior con la presión migratoria desde los medios que ya se tomaban a guasa los ahogamientos de Ceuta se dedican a frivolizar con el salto de la valla de ayer. Uno de los que ha ido más lejos en sus bromas ha sido Santiago González, en El Mundo, que asegura que ayer se produjo "un gran salto" histórico por los 500 inmigrantes "que llegaron a la meta de los 1.100 que bajaban corriendo del Gurugú". "Era una síntesis del maratón de Nueva York y el salto de la verja en El Rocío". "Quizá el gran salto masai de ayer sirva para firmar un pacro de Estado en materia de inmigración con Rubalcaba", sigue bromeando aunque esta vez con el objetivo de descargar al Gobierno de responsabilidades.

Cataluña y ETA no podían faltar
González reserva el palo final de su columna para su verdadero objetivo, hablar de Cataluña y de "etarras", así, todo junto. "Los 500 (...) se dirigieron mansa y directamente al CETI; eso es aceptación de la legalidad y no lo de los etarras pidiendo beneficios. Además gritaban 'Viva España' a pesar de la falta de facilidades. Margallo los podría llevar a Cataluña para ejemplo de los aborígenes de allí, es una idea, a ver si contagian a Mas, o por lo menos a Duran Lleida".

A Losantos le parecen de anuncio idílico
Tras las burradas de González, Federico Losantos lo tenía difícil para burlarse más de quiénes intentan saltar la valla, pero se ha empleado a fondo en ello esta mañana desde Esradio, aunque sus influencias eran evidentes a la hora de hablar de los inmigrantes: "no hay ninguno desnutrido, no verán un tío al que le falten los dientes (...) son los ricos de la tribú, los que pueden pagarse el viaje hasta la frontera (...) ¿Esto quién lo paga? Ni son viejos ni enfermos, ni son niños desnutridos como el clásico niño con moscas de Somalia, ese no está en la frontera ni de Ceuta ni de Melilla. Son todos unos bigardos masai que parecen de anuncio. Emocionados diciendo 'viva España'. Podían llevarlos a Barcelona para compensar".