La revista semanal Alfa y Omega, propiedad del Arzobispado de Madrid  [o sea, Rouco Varela] homenajea a Francisco, el nuevo y distinto Papa. "Impresiones sobre un año de pontificado. El secreto de Francisco". "Ha sido un año muy intenso". Numerosos cardenales y arzobispos vitorean a Bergoglio, pero significativamente, ojo,  lo hacen en las páginas de Rouco Varela. "Es tiempo de curar heridas", puede leerse.

También se dedica  buena parte del semanario a los 10 años de los atentados de Atocha. Gonzalo de Berceo, que es quien escribe,  desde hace varias décadas, un artículo político, atacando habitualmente  e insultando a la izquierda. Termina esta vez su   columna del siguiente modo: "Se siguen sin saber muchas cosas del 11-M que debería saberse, que tienen que saberse y que se acabarán sabiendo. Mientras tanto, y más que nunca, en esta España actual la verdadera esperanza real está en la oración: Dales, Señor, el descanso eterno. Y que la luz perpetua, tu luz, Señor, brille para ellos y para todos nosotros".

Al margen de su observación clerical, tratando de conducir  la oración como única salvadora de  la España actual, no debe silenciarse que uno de los hombres de Rouco Varela sostiene el mismo latiguillo sobre el 11-M que el de los conspiradores profesionales como Pedro J. Ramírez, instalado sin embargo en la historia, o como su segundo, Casimiro García-Abadillo, o Federico Jiménez Losantos.