"Una gran preocupación"
Fuentes del PP han confirmado a ELPLURAL.COM que existe una “gran preocupación” ante la posibilidad de que se pueda perder la Comunidad de Madrid y la Alcaldía, pero que esa “preocupación” es aún mayor en la Comunidad, porque “el electorado es sociológicamente de izquierdas”. En el Ayuntamiento, por lo menos, podría existir la posibilidad de una “alianza con UPyD” que salvara la Alcaldía.
Cifuentes, una candidata segura
La decisión de los candidatos la tomará finalmente la dirección del partido, pero en este momento se baraja la candidatura de Aguirre y se da por seguro que la actual delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, encabezará una de las dos listas.
Caída en picado de votos
Por primera vez en 23 años el PP podría perder Madrid, una de sus plazas más emblemáticas, así que la dirección del partido se ha puesto manos a la obra para sondear a los madrileños sobre sus simpatías políticas. Una noticia del digital La Información, cercano al PP, en la misma línea de lo que han trasmitido a ELPLURAL.COM fuentes populares, ofrece datos de uno de esos sondeos de Génova respecto a la capital: el porcentaje de votos podría caer desde el 49% de 2011 a poco más del 30%.
La peor de las opciones, Ana Botella
Ninguna de las tres posibilidades que maneja el PP para la capital, Aguirre, Cifuentes y la actual alcaldesa, Ana Botella, conseguirían los 29 escaños, que es la barrera de la mayoría absoluta. La opción de Botella sería la peor: con ella el PP apenas lograría 20 concejales, 11 menos que en 2011.
La batalla entre Génova y el sector aguirrista
El desastre de los Juegos Olímpicos, la crisis de la limpieza a causa de la huelga de barrenderos, la tragedia del Madrid Arena y los exabruptos de Ana Botella, además de la pérdida de votos del PP a nivel general alejan cada vez más la posibilidad de una victoria en la capital.
A la caída en intención de votos hay que añadir la guerra interna en el PP, entre Génova y el sector aguirrista, que batallarán sin cuartel por imponer a sus candidatos.
El problema es que, llegado el caso de una hipotética renuncia de Botella a la candidatura o de un intento por descabalgarla, la batalla interna entre Génova y el aguirrismo se recrudecería, pues ambas corrientes tratarían de imponer sus nombres.
